El taray es un árbol poco frecuente en nuestra comunidad, pero bastante interesante por algunas peculiaridades, como su gran resistencia a la salinidad, su adaptación a los humedales y, paradójicamente, su capacidad de soportar sequías, por lo que en algunos países lo usan para combatir la desertización. Quizás por esta resiliencia algunos tarayes son considerados “árboles singulares”; por ejemplo en Alcalá de Henares se encuentra el Taray del Gallo, de gran tamaño y más de un siglo de edad.
En las coordenadas iniciales, casi metido en el parking del Lago y protegido por una pequeña valla, hay otro, muy conocido, que seguramente es el árbol más anciano del parque con cerca de 300 años. A éste le llaman el Taray del Humedal porque en tiempos el actual aparcamiento era una laguna donde en invierno patinaban los cortesanos sobre el hielo, cosa que sería divertido que Goya hubiera inmortalizado, aunque desgraciadamente no fue así. En el cartel que lo muestra, tomad el dato de altura (A) y diámetro de la copa (D).
Unos pocos centenares de metros al oeste del Taray del Humedal, en N 40 25.056 W 3 44.391 , se encuentra otro, más humilde pero también señalado con un cartel, que quizás sufrió en su infancia alguna calamidad porque su tronco se arrastra unos metros por el suelo antes de adoptar la verticalidad. Tomad del cartel el número de letras de la última palabra del segundo párrafo (S) y el de la primera del tercer párrafo (T)
Ahora calculad X= A*T+1 y Y= A*S*T-D-S
Las coordenadas finales son N 40 25.X W 3 44.Y
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