CLAVEL
El clavel, cuyo nombre científico es Dianthus caryophyllus, tiene su origen en la zona mediterránea, es de la familia Caryophyllaceae, florece casi todo el año y su ubicación preferida es a pleno sol. Se trata de una planta con una amplia variedad de colores, por lo que es muy apreciada por los amantes de la jardinería.
Es una de las flores más demandadas a la hora de componer ramos de flores, aunque también resulta muy decorativa para balcones y ventanas. Los claveles son muy fáciles de cuidar, aunque no aguantan temperaturas por debajo de los 0ºC.
La temperatura óptima varía entre los 24ºC de máxima y 10ºC de mínima, en un suelo bien drenado y con un pH entre 6,5 y 7,5. Se debe regar constantemente, pero sin encharcar.
El abono es esencial una vez por semana en primavera y verano. El resto del año, una vez al mes. Se puede reproducir por semillas en primavera (germinará entre la segunda y la tercera semana), pero también por esquejes o por división de mata. Le atacan las plagas más comunes como los trips, los pulgones, los minadores y enfermedades clásicas como la roya u otros hongos.