El Camino de Santiago tiene mucho de fe, de devoción y de búsqueda de la realización personal; pero también es rico en historias, en seres mitológicos y en misticismo. De ahí que la puesta en valor de los caminos xacobeos pase, también, por el reconocimiento de sus leyendas.
El Vákner, es una bestia salvaje, con una presencia tan fugaz y enigmática como peligrosa y dañina, que moraba en los montes que separan la meseta del Xallas y la costa de Fisterra, que se interponen en el Camino xacobeo que de Santiago de Compostela conduce al fin del mundo de los antiguos.
Todo comienza el 29 de octubre del 1489, cuando el obispo Mártir de Arzendján, ciudad y diócesis de Armenia ubicada en la península de Anatolia –actual Turquía-, emprendió su peregrinaje desde el monasterio de Santo Ciriaco de Norkiegh por gran parte del mundo entonces conocido y que no concluirá hasta 1496.
Parte del relato sobre el vákner, la criatura descrita por este obispo armenio con la que, al parecer, se topó mientras hacía el recorrido hacia Fisterra tras recibir la bendición del apóstol dice: ”Padecí muchos trabajos y fatigas en este viaje, en el cual topé con cantidad de bestias salvajes muy peligrosas. Encontramos el vákner, animal salvaje grande y muy dañino”, escribió el obispo en el relato de su peregrinación.
Fernando Alonso Romero, catedrático de la Universidad de Santiago y buen conocedor de las leyendas del Finisterre, tras indagar en el origen etimológico del término a través de diferentes lenguas y en el folklore, se inclina por un ser demoníaco próximo al Hombre Lobo, el popular Lobisome de la mitología galaica.
¡Dumbría es territorio Vákner!
“A intención era que metese medo, e creo que o conseguimos”, dijo el escultor Cándido Pazos, creador de la primera escultura dedicada a un hombre lobo en España y que fue inaugurada el día 28 de mayo de 2022 en Marco do Couto (Dumbría, A Coruña).
Con sus casi cinco metros de altura y más de 1.100 kilogramos de peso esta bestia de bronce no ruge ni persigue a los geocachers pero impacta tanto o más que aquel mítico animal del que se habría librado el Mártir de Arzendján en 1493.
¡Atreveos a encontrarlo!
¡El caché os espera, el Vákner acecha!