Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, primer marqués de Vadillo, fue un funcionario destacado durante los reinados de Carlos II y Felipe V. Destacó en la administración municipal, especialmente en la de Madrid, de la que fue corregidor desde 1715 hasta su muerte. En agradecimiento a sus servicios durante la guerra de Sucesión, el rey Felipe V le concedió el marquesado de Vadillo en 1712.

Se desconoce dónde nació exactamente, pero fue bautizado el 17 de octubre de 1646 en San Andrés de Soria, a una veintena de kilómetros de Soria. Es en esta última ciudad en la que pasa su infancia y juventud, junto con su padre, y dónde se casa, el 8 de enero de 1674, con Isabel Manuela de Tordoya y Salcedo, con la que tuvo ocho hijos.

Ocupa los cargos de Corregidor de Plasencia (1689-1696), donde desarrolló su devoción por la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, Corregidor de Salamanca (1697-1700). A principios de enero de 1700, el rey Carlos II le nombró consejero honorario de Hacienda. Corregidor de Jaen (1701), Corregidor de Córdoba (1701-1704).

En 1705 formó a su costa un regimiento de infantería, el de Lucena, por lo que el 4 de abril de 1712 el rey Felipe V recompensó los servicios prestados durante la Guerra de Sucesión otorgándole el marquesado de Vadillo.

Poco después de ser ennoblecido, fue enviado a Sevilla como superintendente general de rentas reales del reino de Sevilla, con plaza en el Consejo de Indias. El 15 de mayo 1715 fue nombrado superintendente general de Hacienda, un cargo que ocuparía hasta 1717.

A pesar de ello, el 8 de octubre de 1715 fue nombrado corregidor de Madrid, ocupando este cargo hasta su muerte en 1729.

Como Corregidor de Madrid destacó como organizador de eventos: a principios de 1716 preparó los festejos en celebración del nacimiento del infante don Carlos, primer hijo del rey con Isabel de Farnesio y futuro Carlos III. También se preocupó de la seguridad pública, ordenando que la ciudad se iluminase de noche mediante faroles separados cien pies uno de otro e instalados y encendidos por los propios vecinos. Sin embargo, las acciones de mayor repercusión durante su mandato fueron las relacionadas con las obras públicas, con el objeto de proceder a la mejora y embellecimiento de la ciudad que albergaba la corte.

Entre las obras realizadas podemos destacar: la fuente en la Red de San Luis; reforma y mejoramiento de la margen izquierda del río Manzanares, lindante con los jardines del Alcázar; en la explanada situada entre el Manzanares y el Campo del Moro, hizo construir, a sus expensas, en honor a la patrona de Plasencia, la ermita de la Virgen del Puerto, la zona fue allanada y embellecida; se trazó un paseo (Paseo de la Virgen del Puerto) y entre éste y el cauce del río se erigió la ermita; la reedificación del puente de Toledo (que se conserva actualmente).

Murió en su residencia de Madrid el 24 de junio de 1729 y fue enterrado en la ermita de la Virgen del Puerto, que él había fundado.