Razas de D&D: Hombres lagarto. 16N

Sólo un necio vería a tan sólo un humanoide escamoso al observar a un hombre lagarto. A pesar de su forma física, los hombres lagarto tienen más en común con las iguanas o los dragones que con los humanos, elfos o enanos. Sus lúgubres hogares pantanosos pueden encontrarse a cientos de kilómetros del asentamiento humano más próximo, pero la brecha entre su forma de pensar extraña e inescrutable y la de aquellos con la piel lisa es mucho mayor. A pesar de sus apariencias, algunos hombres lagarto se esfuerzan por comprender y, a su manera, hacerse amigos de criaturas de otras razas; estos hombres lagarto suelen ser leales y habilidosos aliados.

Historia

Mentes extrañas

La naturaleza reptiliana de los hombres lagarto no sólo se refleja en su apariencia, pero también en su forma de pensar y actuar. Los hombres lagarto experimentan una vida más limitada emocionalmente que otros humanoides. Como la mayoría de reptiles, sus sentimientos giran sobre todo alrededor del miedo, la agresión y el placer.

Los hombres lagarto experimentan los sentimientos como descripciones separadas de criaturas y situaciones. Por ejemplo, los humanos que se enfrentan a un troll enfurecido experimentan miedo a un nivel básico. Sus extremidades se agitan, su razonamiento entra en pánico y confusión, y reaccionan por instintos. La emoción del miedo toma el control de sus acciones. En contraste, los hombres lagarto ven las emociones como rasgos asignados a otras criaturas, objetos o situaciones. Un hombre lagarto no piensa "tengo miedo" o "estoy asustado". En su lugar, las criaturas más fuertes y agresivas son vistas por los hombres lagarto como seres temibles que deben ser evitados a ser posible. Si estas criaturas atacan, los hombres lagartos huyen, sólo luchando si son acorralados. Los hombres lagartos no tienen miedo de un troll, sino que entienden que un troll es una criatura temible y peligrosa, y actúan en consecuencia.

Los hombres lagarto nunca se enfadan de la forma en la que lo hacen los demás, pero actúan agresivamente hacia las criaturas que podrían derrotar en un combate y con las que no pueden lidiar de ninguna otra manera. Son agresivos con las presas que quieren comer, con las criaturas que quieren hacerles daño, y demás.

La gente y cosas placenteras hacen la vida más fácil para los hombres lagarto. Las cosas placenteras deberían ser protegidas y preservadas, a veces a costa de la propria seguridad del hombre lagarto. Las criaturas más placenteras son las que permiten a los hombres lagarto evaluar más situaciones como benignas en lugar de temibles.

Fríos y calculadores

La mayoría de humanoides describen a la gente de sangre fría como aquella que carece de emoción y empatía. La misma etiqueta sirve como una descripción apta para los hombres lagarto.

Careciendo de reacciones emocionales internas, los hombres lagarto se comportan de una forma distante. No lloran a los camaradas caídos ni se enfurecen con sus enemigos. Simplemente observan y reaccionan como amerita una situación.

Los hombres lagarto carecen de lazos emocionales significativos con el pasado. Valoran las situaciones basadas en su utilidad e importancia presentes y futuras. Esto se observa con más fuerza cuando los hombres lagarto lidian con los muertos. Para un hombre lagarto, un camarada muerto se convierte en una fuente potencial de comida. Ese compañero pudo haber sido un guerrero o un cazador, pero ahora el cuerpo es tan solo carne fresca.

Un hombre lagarto que vive entre otros humanoides puede, con el tiempo, aprender a respetar las emociones de otras criaturas. No los comparten, pero los evalúan de la misma forma clínica. Sí, el enano caído podría ser más útil como comida, pero descuartizar el cuerpo en filetes provoca agresión en los otros humanoides y les hará menos útiles en combate.

Utilidad y supervivencia

La mentalidad de los hombres lagarto puede parecer innecesariamente cruel pero les ayuda a sobrevivir en un ambiente hostil. Los pantanos que habitan están repletos con una asombrosa variedad de amenazas. Los hombres lagarto se centran en la supervivencia por encima de todo, sin sentimientos.

Los hombres lagarto valoran todo y a todos en términos de utilidad. El arte y la belleza tienen poco significado para ellos. Una espada afilada tiene un propósito útil, mientras que una roma es peso muerto sin una piedra de afilar.

Los hombres lagarto no sienten necesidad de planificar más que una estación o dos en el futuro. Esta aproximación les permite mantener su nivel actual de influencia en el mundo, pero limita su crecimiento. No tienen interés en desarrollar literatura, hacer planes a largo plazo o cultivar otros métodos de progreso más allá de su simple existencia como cazadores y recolectores.

Los desdichados sin escamas

En el fondo, los hombres lagarto ven a los demás humanoides con una mezcla de indiferencia y pena. Habiendo nacido sin escamas ni dientes afilados, es un milagro que hayan conseguido sobrevivir durante tanto tiempo. Un humano típico apenas conseguiría durar un solo día en los pantanos.

Aun así, si otras criaturas demuestran ser útiles para los hombres lagarto, pueden desencadenar en ellos una respuesta protectora, reforzada por su aparente debilidad. Los hombres lagarto tratan a estos seres como crías, niños incapaces de protegerse, pero que pueden demostrar su utilidad en el futuro si reciben cuidados.

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