El imponente barranco de Valle Gran Rey, en el oeste de La Gomera, alberga algunas de las vistas más pintorescas de la isla. Una de ellas es el Mirador del Palmarejo. Desde una llanura elevada, los visitantes pueden contemplara vista de pájaro acantilados verticales, campos en terrazas en las laderas de las montañas, palmerales y paisajes de casas tradicionales. La imagen de conjunto ilustra claramente por qué este valle está protegido como parque paisajístico y forma parte de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO.
El mirador también se conoce como Mirador César Manrique, en honor al famoso arquitecto y artista canario que lo diseñó. Manrique combinó aquí elementos tradicionales canarios con otros modernos, y el resultado es un complejo de edificios que se integra perfectamente en el paisaje rocoso circundante. En sus jardines crecen numerosas especies vegetales endémicas del valle, como las palmeras canarias, de las que se obtiene la deliciosa miel de palma. Este manjar se utiliza en muchos platos típicos que ofrece el restaurante que alberga el complejo. Plazas de aparcamiento, paneles informativos y un centro de información turística completan la oferta.
Desgraciadamente, el complejo de edificios está cerrado, parecen obras, pero de alguna manera falta la creencia en él