Esta búsqueda
permite disfrutar de otro tesoro muy valioso: uno de esos lugares
que reúnen el atractivo paisajístico con la tranquilidad y el
silencio de los rincones escondidos de nuestra geografía. Enseguida
descubrirás el por qué del nombre de este caché.
Para llegar hasta la
ubicación del tesoro hay que caminar un trecho corto y cómodo por
el fondo de un sinuoso barranco que hoy constituye la cola del
pequeño embalse de la Tajera. La abundancia del último año
hidrológico condicionará qué parte será o no transitable, aunque,
por desgracia, parece que va siendo cada vez mayor. Como se
indicará más adelante, es posible también alargar la visita
haciendo otros recorridos a pie.
Para llegar a la
zona del caché hay que ir por la A2 Madrid-Zaragoza y desviarse en
el kilómetro 107, tomando la salida que indica Mirabueno -
Las Inviernas y siguiendo hacia esta última localidad, es decir
hacia el SE, pasando una gasolinera. Al poco, en N40º 54.240 - W
2º 41.224 la carretera cruza por encima de la vía del AVE. ¡Qué
contraste! tanto lujo y velocidad de vértigo mientras nos crujen
los amortiguadores y desprenden los empastes al circular a veinte
por esta bonita carretera... o igual es una gimkana para los
lugareños y no me he enterado. Creo que la magnitud del censo de
Las Inviernas y El Sotillo deben tener algo que ver.
Tras unos 8 km de
slalom desde la A2 llegaremos a un cruce (en N 40º 53.066 - W 2º
39.580) donde hay que girar a la izquierda en dirección a la
localidad de El Sotillo (hacia el E). La carretera de la derecha
lleva a Las Inviernas y la de enfrente se dirige a la presa de La
Tajera (N 40º 50.349 - W 2º 37.051) que embalsa aguas del
Tajuña, un lugar que también podemos visitar aprovechando el viaje
y desde la cual se tiene una buena vista de la ermita de Aranz (ver
más abajo), situada frente a la presa en una
especie de pequeña península que se adentra en las aguas del
embalse. En esta parte es fácil poder observar aves acuáticas,
cormoranes por ejemplo.
La carretera a El
Sotillo abandona la planicie de la alcarria y cruza el incipiente
barranco del Reato, jalonado de chopos, para luego subir brevemente
de nuevo y ya descender hacia el pueblo. Entrando en éste, tras
sortear una pequeña construcción blanca en medio de la calzada, hay
que tomar a la izquierda en la primera bifurcación, pasando por la
fuente y lavadero, hacia la iglesia, que dejaremos atrás,
sobrepasaremos un pequeño parque a la izquierda y ya la pista
asfaltada empieza a bajar junto al arroyo del Chorrón, entre
huertos, álamos y nogales. A unos 500 metros se termina el
asfalto.
En N 40º 52.523 -
W 2º 38.307 hay una bifurcación con un puente de hormigón, que
pasaremos de largo. Hay que seguir por la pista principal, a la
izquierda. Por el otro camino se puede hacer una ruta a pie
circular subiendo por él hasta la carretera que va a la presa de La
Tajera y bajando luego hacia Las Inviernas, desde este pueblo,
cerca del cementerio, sale un sendero de gran recorrido (el GR-10),
señalizado en blanco y rojo, que nos devolvería a El Sotillo.
En la zona del
puente está la confluencia entre este arroyo del Chorrón, que viene
desde el pueblo, y el Barranco del Reato, que da nombre al valle
desde aquí. Por aquí podemos ya dejar el coche y continuar el
recorrido siguiendo el camino que traemos en rumbo SSE.
En N 40º 52.360 -
2º 38.154 el camino cruza el cauce del Reato y sigue por la
margen contraria. Muy pronto el valle empieza a describir meandros
y en la primera curva empezaremos a disfrutar el espectáculo de
paredes y torreones de caliza que configuran este paisaje singular.
Pero la culminación la vamos a encontrar en la segunda gran curva,
tras la que el barranco rodea completamente un gran espolón rocoso
sobre el que se yerguen los cinco torreones conocidos como "los
frailes" que, con su capucha y todo, vigilan el camino hacia
nuestro otro tesoro.
Un poco más adelante
(N 40º 52.041 - W 2º 37.890), en la pared derecha hay una
cueva "decorada" con un rellano que hace casi dos pisos. Tras el
siguiente recodo el angosto cañón se abre a un valle amplio por el
que, más adelante, encontraremos ya el agua del embalse, precedida
por los suelos cuarteados que se han secado hace poco. En ellos es
fácil encontrar las huellas de los animales que por aquí habitan,
sobre todo jabalíes, muy comunes. No dejéis de observar una planta,
muy característica de las paredes calizas verticales, que recibe el
nombre común de zapatitos de la Virgen por la forma de sus
pequeñas flores de color blanco-crema o rosadas.
El escondite del
caché está a unos metros por encima del lecho del barranco en
prevención de la inundación durante una hipotética época de
crecida.
El contenido inicial
del caché (además de libro de visitas, documento geocaching, lápiz,
goma y sacapuntas) es: Navaja Aitor, Muñeca Witch con accesorios,
llavero bota de lona, llavero original de Marruecos, muestra de
pirita con librito explicativo, portaminas por si no llevas con qué
escribir, pinzas sujetapapeles, dos imanes Corocota.
Espero que os guste y disfrutéis de un lugar tan pintoresco y
poco frecuentado.
La ermita de NªSª de Aranz (N 40 50.531 - W 2
36.854), una imagen del siglo XIII se venera en la localidad
de El Sotillo, parece que fue edificada por colonos de origen
vasco durante la reconquista en el lugar en que se halló la
imagen bajo unos espinos. En ese lugar se cuenta que existió la
aldea de los mencionados colonos y que desapareció tras su
abandono al haber sido arrasada por una plaga de hormigas.