Localización
El castillo de Zorita se encuentra en un cerro de forma alargada
junto a la margen izquierda, del río Tajo, en la parte más
meridional de la provincia de Guadalajara, en la localidad de
Zorita de los Canes.
Historia
Su historia se remonta a la etapa musulmana, aunque existen
fuentes que indican que también hubo presencia visigoda. En e año
926 se menciona como punto clave en la sublevación contra el califa
de Córdoba Abderramán III. En el año 1085 los cristianos
conquistaron este lugar. Años después, Alfonso VII, que había
repoblado este enclave con mozárabes aragoneses, entregó el lugar a
la familia de los Castros, quienes en vez de guardarla para el
poder real, se hicieron por la fuerza sus señores feudales,
amenazando en ocasiones incluso a la monarquía.
En el año 1169, el joven Alfonso
VIII, apoyado por los Laras y los ejércitos concejiles de
Alcalá, Guadalajara, Atienza, Toledo, Soria y Ávila, más el
apoyo de los caballeros calatravos, consiguió recuperar Zorita
para la corona castellana. Al año siguiente, en 1170, Alfonso
se casó con doña Leonor de Inglaterra, y le ofreció en arras
el castillo y lugar de Zorita. Poco después, en el año 1174,
Zorita fue entregada a la Orden de Calatrava, que la recibió
en la persona de su maestre don Martín Pérez de Siones, quien
lo convirtió en cabeza de una Encomienda, transformándolo en
un firmísimo bastión pleno de tropas, caballeros y
armamentos.
Zorita fue sede de la Mesa Maestral Calatrava desde finales del
siglo XII hasta comienzos del XIII. Fue el maestre Ruy Díaz quien
más laboró en este sentido. En los siguientes siglos, esta
fortaleza del Tajo fue protagonista de algunas aventuras guerreras,
especialmente revueltas y luchas civiles de los calatravos. En el
año 1565 fue adquirida al Rey por Don Ruy Gómez de Silva, luego
premiado con el título de duque de Pastrana, de donde también era
señor. Ruy Gómez de Silva y de su mujer, la princesa de Éboli
realizaron cambios en la fortaleza para poder habitarla. En el año
1572 este magnate fundó un mayorazgo en el que incluyó la villa de
Zorita y su castillo. Pasó a su hijo don Rodrigo de Silva y
Mendoza, y luego a sus descendientes los duques de Pastrana, hasta
que en el año 1732, los duques del Infantado, a quienes por
sucesión había correspondido la casa pastranera, vendieron este
enclave a don Juan Antonio Pérez de la Torre, antecesor de los
condes de San Rafael. El título, ya solamente honorífico, de
Comendador de Zorita, continuó existiendo hasta el siglo
XIX.
A lo largo de su historia, el castillo ha cumplido una doble
función: función defensivo-religiosa, por ejemplo, cuando estuvo en
manos de la Orden de Calatrava, y función residencial cuando
estuvo, por ejemplo, en manos de don Ruy Gómez de Silva y de su
mujer, la princesa de Éboli.
Estado de conservación e información
Se mantuvo en estado de ruina durante todo el siglo XIX.
Actualmente, se conserva en relativo estado pues muchas partes han
ido desapareciendo con el paso del tiempo.
Se encuentra próximo a la ciudad de
Recópolis, la cual recomendamos visitar, fundada por el rey
visigodo Leovigildo.
Es propiedad privada y no tiene uso.
Es de acceso libre.
Hay zona de aparcamiento en N40 19.890 W2 53.342.
El microcache se encuentra en alguna parte del castillo
en las coordenadas indicadas.