Jamás un
fenómeno paranormal había causado tanta expectación en la
sociedad española. Miles de personas seguían con fervor lo que
a
diario sucedía en una céntrica casa de la capital maña. Al
mismo
tiempo, y por primera vez en nuestro país, policías y jueces
intervenían directamente en la investigación de los hechos. Al
final, la misteriosa voz que surgía de las entrañas de un
viejo
fogón desapareció para siempre dejando tras sí una incógnita
que
nadie ha podido explicar.
Ficha técnica
Fecha : Septiembre, Noviembre y Diciembre de 1934, y Enero de
1935.
Lugar : Calle Gascón de Gotor, nº 2, 2º derecha. Zaragoza,
(España).
Resumen : Una misteriosa voz se escucha en un moderno edificio
sin aclararse quién o qué la produce. Se percibe por primera
vez
en el mes de Septiembre, pero no sería hasta el mes de
Noviembre
cuando se desencadena el fenómeno.
Autoridades implicadas : Agentes de Policía y Guardias de
Asalto
a las órdenes del Comisario Jefe de Vigilancia de Zaragoza,
Sr.
Pérez de Soto ; el Gobernador Civil, Sr. Otero Mirelis ; el
juez
de Instrucción nº 2, Sr. Pablo de Pablos ; por disposición del
Juzgado de Instrucción nº 2, los médicos forenses D. Manuel
Rost
Mateo Ojer y D. Jaime Penella Murt ; el juez Municipal del
distrito nº 3, Sr. Luis Fernando y el psiquiatra Dr. Joaquín
Gimeno Riera.
27 de septiembre de 1934.
Calle Gascón de Gotor, nº2. Zaragoza. 06:30 horas.
Unas sonoras carcajadas habían estallado
súbitamente en las escaleras del primer y segundo pisos.
Muchos
vecinos abandonaban sus camas sobresaltados, preguntándose en
vano cuál era el origen de tan misterioso sonido. Las
siniestras
risas fueron diluyéndose en el silencio del edificio y
terminaron por desaparecer al cabo de unos minutos. La
extrañeza
de los vecinos se hizo mayor cuando comprobaron que no se
encontraba nadie deambulando por los rellanos. Todos se
cuestionaban sobre quién podía ser el bromista. Sin embargo,
esa
pregunta quedaría sin contestación…
Durante los días siguientes sólo se escucharon ruidos extraños
a
últimas horas de la noche. Eran más breves y sonaban más
alejados, por lo cual la vecindad no les otorgó tanta
importancia. El fenómeno cesaba tres o cuatro días después y
el
desagradable asunto comenzó a quedar en el olvido.
Una voz en el fogón
El 15 de Noviembre, y de nuevo a primera hora
de la mañana, Isabel, la inquilina del segundo derecha,
escuchaba de labios de su criada de 16 años, Pascuala Alcober,
que una lastimera voz masculina le había dirigido la palabra
en
la cocina, a pesar de encontrarse completamente sola en la
estancia. Al día siguiente, cuando la muchacha cerraba la
trampilla del fogón, la propia dueña del piso pudo oír un
chillido varonil que se articulaba en un “¡ay!” de dolor, y
que
a continuación exclamaba: “María, ven”. Presas de un intenso
pánico, las dos mujeres salieron a la galería pidiendo
auxilio.
Alarmados por los lamentos de angustia, varios vecinos
aparecieron a los pocos segundos por las escaleras de acceso a
la segunda planta.
Única imagen de Pascuala Alcober, la criada
que fue acusada de ventriloquia inconsciente. Fue sorprendida
desde una casa vecina mientras tendía la ropa.
Escaso tiempo después, el grupo de personas
volvía a escuchar con nitidez la estremecedora voz que surgía
del fogón. Convencidos de que no se trataba de ninguna broma
macabra, decidieron presentarse inmediatamente en la comisaría
para denunciar el hecho a las autoridades locales. A partir de
ese momento la Policía y la Guardia de Asalto comenzaron a
investigar, por primera vez en nuestro país, un presunto
fenómeno sobrenatural. Pocos minutos después de haber sido
puesta la denuncia, un agente del Cuerpo de Policía entraba en
la cocina dirigiéndose directamente hacia la hornilla, al
tiempo
que se burlaba del gentío que se había reunido para presenciar
el hecho. Al remover el interior del fogón con el gancho
destinado a tal efecto, sonó de nuevo un sonido bronco, una
voz
que en la lejanía gritó: “¡Ay, ay, que me haces daño!”. Las
burlas cesaron de inmediato. Se realizó un minucioso registro
en
toda la vivienda para comprobar si la misteriosa exclamación
partía de alguna persona oculta en uno de los pisos
superiores.
Como medida suplementaria, varios guardias subieron al tejado
y
cortaron las antenas de radio, llegando incluso a cavar un
foso
alrededor del edificio para descubrir si había algún cable
enterrado.
Primeras sospechas
En vista del resultado negativo de las
pesquisas oficiales que se llevaron a cabo desde el martes 20
al
viernes 23 de noviembre, la Policía supuso que debía tratarse
de
un excepcional hecho paranormal, y como se daba la
circunstancia
de que la sirvienta de la casa estaba presente siempre que se
oía la voz, llegaron a pensar que el fenómeno tenía su origen
en
ella.
Cuando el jueves 22 llegaban estas teorías a oídos del ilustre
psiquiatra Dr. Joaquín Gimeno Riera, avalado públicamente por
el
Premio Nobel Ramón y Cajal, éste declaró: “Dudo de que no
pueda
tener el fenómeno una explicación racional. Me acuerdo
perfectamente de que ha habido médiums, por lo general
mujeres,
que han llegado a realizar verdaderos portentos que todavía
permanecen inexplicados; pero esto no quiere decir, ni mucho
menos, que yo califique de médium a esa muchacha sin haberla
sometido antes a un detenido estudio”. Del origen de la voz,
el
prestigioso alienista señaló: “Cabe la ventriloquia en una
histérica; cabe lo que llamamos alucinaciones psico-motrices;
y
caben una porción de cosas patológicas que sin ver a la joven
es
imposible concretar”. Y como la voz no se escuchaba con
regularidad, sino a intervalos, el Dr. Gimeno Riera concretó:
“Si se tratase de una hipersensible tiene días y horas, que es
lo que se llama ‘fraudes de los médiums’; es decir, que su
hipersensibilidad aumenta o disminuye”. Sin duda el
facultativo
se refería a las personas dotadas que, cuando experimentan una
disminución de sus poderes paranormales, llegan incluso al
fraude para mantener su prestigio.
Para entonces, informado por sus agentes, el
Comisario jefe de Vigilancia Sr. Pérez de Soto ya había
solicitado al juez de guardia, Sr. Pablo de Pablos, que
investigara el caso. Ante la avalancha humana que presentaba
la
calle desde que el miércoles 21 se hiciera público el suceso,
el
comisario ordenó a una pareja de guardias que custodiaran el
edificio. Frente al viejo portal de la calle Gascón de Gotor
se
arremolinaban ya miles de personas deseosas de oír los
lamentos
del nuevo y sobrenatural ídolo maño, al mismo tiempo que
avispados anunciantes inundaban la radio y los periódicos con
cantidades ingentes de publicidad que terminaron por hacer del
“duende de la hornilla” un personaje popular. Incluso un grupo
de estudiantes equipados con linternas burlaron la vigilancia
policial y entraron por la parte trasera del bar -previo pago
al
dueño del local, como hicieron algunos periodistas-, subiendo
totalmente ensabanados al tejado de la casa para hacer de
“fantasmas”. La broma les costó pagar una multa de 50 pesetas.
En una rueda de prensa celebrada durante la noche del viernes
23, el Gobernador Civil Otero Mirelis dejó claro que para él,
el
“caso duende” era un problema de orden público diciendo: “Creo
que es hora ya de acabar con este asunto para evitar
consecuencias que podían ser lamentables”.
La sirvienta: principal sospechosa
A las cuatro de la tarde del sábado 24, el
juez de guardia, D. Pablo de Pablos, en compañía de los
forenses, D. Manuel Rost Mateo Ojer y D. Jaime Penella Murt,
eran recibidos por Antonio Palazón, el dueño de la finca.
Mientras el juez inspeccionaba el edificio e intercambiaba
impresiones con los inquilinos, los forenses procedían a
examinar a la muchacha. A las siete de la tarde abandonaban la
casa, aconsejando a sus moradores que hicieran lo mismo y
ordenando a los agentes de Seguridad que prohibieran la
entrada
a toda persona extraña. Aceptando la sugerencia del juez, los
inquilinos desalojaron el inmueble tres horas después. El
edificio quedaba completamente vacío ante la sorpresa de las
personas que permanecían día y noche en la calle. Mientras
policías y vecinos salían por la puerta principal, se oyó una
voz que decía: “Adiós, adiós”.
En la mañana del lunes 26, el Comisario Sr. Pérez de Soto
declaraba a la prensa que había retirado la guardia del
interior
de la casa porque, según los informes redactados por los
agentes
que prestaban servicio en la cocina encantada, no había vuelto
a
escucharse la voz desde que los propietarios abandonaran la
casa
el sábado 24 a las diez de la noche; “es decir, que una vez
desalojado el piso ha desaparecido el fenómeno”, concluyó De
Soto.
El informe judicial
Ese mismo lunes fue emitido el informe médico
forense que descartaba a la sirvienta como posible origen del
fenómeno. En él los especialistas dejarían escrito: “…No
descubrimos en ella fabulaciones, tendencia a la mentira ni
simulación… alejada la muchacha de la cocina continúa
dejándose
oír la voz… no podemos probar siquiera que se trate de una
histérica, ni tampoco médium… tanto la Policía, como
fontaneros,
electricistas y albañiles, han hecho diversas inspecciones, no
habiendo encontrado instalación alguna que conduzca a la voz
fantasmal…”.
La Dirección General de Seguridad pide
noticias
Los periodistas que por aquel entonces
examinaban la prensa extranjera que llegaba a Madrid se
asombraron al leer en THE TIMES, uno de los diarios más
prestigiosos del mundo, la referencia que el periódico hacía
sobre el suceso de Gascón de Gotor, tildándolo de “irónico
duende”. Y, como si el interés del rotativo londinense hubiera
influido en ello, durante las primeras horas de la madrugada
del
miércoles 28 la Comisaría de Vigilancia recibió una llamada
telefónica de la Dirección General de Seguridad (DGS)
solicitando información sobre el extraño suceso. A las 00:20
horas el duende volvía a expresarse -esta vez malhumorado-
diciendo: “Ya estoy aquí. Cobardes. Cobardes”. Desde la
comisaría darían fe de esta nueva intervención y remitirían a
sus colegas de la DGS un amplio expediente al respecto. El
piso
segundo derecha volvió a ser ocupado por las fuerzas de
Seguridad.
El jueves 29 la Policía impedía el paso a la cocina encantada
al
entonces famoso vidente aragonés Tomás Menés, cuya visita
sería
filmada en cinematógrafo. En la actualidad el autor de este
reportaje indaga el paradero de los filmes.
Al entender que la labor a realizar caía fuera de sus
competencias, el titular del Juzgado de Instrucción nº 2, don
Pablo de Pablos, pasó el asunto al juez municipal del distrito
tercero, don Luis Fernando. Por su parte, el gobernador civil,
don Otero Mirelis, instaba en tono amenazante a la prensa para
que dejara de hablar del suceso. Al parecer, la fama nacional
e
internacional que estaba alcanzando el fenómeno dejaba en
entredicho la labor de la policía.
Carpetazo oficial
Con la llegada del nuevo juez el cariz de la
investigación se tornaría incierto. El viernes 30 de Noviembre
y
los dos primeros días de diciembre los organismos oficiales
privaban de información a los medios de comunicación. Se
sospechaba que el juez y su equipo estaban llevando a cabo
algún
tipo de experimento que les permitiera descubrir al autor de
la
broma. Y así, el letrado sentenció el lunes 3: “…Primero quise
oír la misteriosa voz… Las experiencias realizadas demuestran,
con absoluta claridad, que la voz es debida a un fenómeno
psíquico, que únicamente se produce en determinadas
circunstancias… por eso escucho la voz cuando quiero… En la
cocina de la casa nos encontrábamos la muchacha de servicio de
los antiguos inquilinos, dos testigos y yo… La voz se dejó oír
cuantas veces me lo propuse… Bajo el punto de vista científico
no puede ser más interesante y sugestivo, pues aunque no es el
primero que se produce, son muy contados los que registra la
historia médica… Por ahora no puedo decir más… las actuaciones
practicadas serán archivadas hoy, por no haberse encontrado
persona responsable de la falta. El misterioso suceso ha
quedado
totalmente aclarado”.
A todo esto, el gobernador civil Otero Mirelis declaró: “…con
la
habitación iluminada y a oscuras, el resultado fue
satisfactorio… Todo lo que no sea reconocer esto, es deseo de
sacar las cosas de quicio y adoptar posiciones falsas que no
quiero calificar”.
Invitado por el juez, el Dr. Gimeno Riera también escuchó los
lamentos del duende la tarde del lunes 3. Igualmente
sorprendentes fueron sus declaraciones: “…por fin, he oído la
voz, si es que se puede llamar voz a un sonido apagado y que
da
cierta impresión de lejanía… Me ratifico en cuanto dije el
primer día… al punto al que han llegado las cosas, lo mejor
que
yo debo hacer, es dar el asunto por terminado y callar… mi
posición en el asunto es peligrosa, puedo escudarme incluso
tras
el secreto profesional”.
Demasiado fácil
En ningún momento se pudo explicar por qué la
voz seguía oyéndose aunque la criada no estuviera en casa.
Antonio Palazón tuvo trabajando a la joven en su nuevo
domicilio
y allí jamás se escucharon los lamentos del duende. Para la
opinión pública estaba muy claro que la presión política
ejercida sobre el asunto hacía dudosa la legalidad de esas
investigaciones. Los primeros forenses facilitaban un informe
que descartaba a la muchacha como origen del fenómeno.
Entonces,
¿por qué dictaminaron los segundos que era la asistenta quien
provocaba la anomalía? No es descabellado pensar que durante
los
días que experimentaron con ella trazaron un plan para acabar
con un asunto que se estaba volviendo demasiado molesto. Si se
declaraba que la asistenta, quien ya no residía en el lugar,
era
la culpable, la gente dejaría de agolparse en los alrededores
de
la casa. Por el contrario, si revelaban que el fenómeno
continuaba sin explicar, el solar permanecería invadido por
los
curiosos con el consiguiente escándalo y continua alteración
del
orden público. Elija usted, amigo lector.
Tras el precipitado desalojo, los habitantes
del tercero derecha pasaron a ocupar la “casa encantada”.
Arturo Grijalba Torre, de tan solo cuatro años de edad,
mantenía
conversaciones con el invisible ser. Aún hoy se emociona
recordando aquel imborrable pasaje que marcaría su vida y que
ha
permanecido siempre muy presente en su memoria. Sesenta años
después, describe del siguiente modo su primer encuentro con
el
duende: “Lo único que hacía era hablar y adivinar. Mi difunto
padre una vez le preguntó: ‘¡Venga, si tan listo eres, dime
cuántos estamos aquí!’, la voz respondió ‘¡Trece!’. ‘¡Bah!, te
has equivocado, estamos doce’. ‘¡Trece, sois trece!’. Porque
era
conciso. Fueron a contar y, efectivamente, estábamos trece
personas. En un principio dijimos que no… pero no habíamos
contado que había un niño de un mes en brazos”.
La policía frente a la hornilla esperando que
la voz se pusiera en comunicación con el niño Arturo Grijalba,
que entonces contaba con tan sólo cuatro años de edad. “Para
ver
si el ‘duende’ se decide a hablar, después de un largo
paréntesis de silencio, los agentes de policía D. Miguel
Rodríguez y D. José Buj colocan sobre el fogón al niño, vecino
de la casa y con quien el ‘duende’ gustaba de sostener
pequeños
diálogos”.
A pesar de su corta edad, Grijalba se
convirtió en pieza fundamental para la policía. Él parecía ser
el único amigo de la misteriosa voz. Cuando alude a las
investigaciones oficiales llevadas a cabo se muestra
descontento. Lo afirmaba en una entrevista realizada por el
autor de este artículo para un canal de televisión aragonesa:
“Cada cual dijo una cosa. ¡Fíjate!. A mi hasta me llegaron a
decir que mentía”.
Testigo de excepción de nuestro primer “Expediente X” del
siglo
XX, este hombre jamás podrá olvidar aquellos días en los que
el
“morador invisible” mantuvo en vilo a todo un país. Han pasado
setenta años: tiempo suficiente para que Arturo Grijalba sea
considerado leyenda viva en uno de los más apasionantes
enigmas
españoles.
@ Autor: Angel Briongos Martínez ( Periodista
especializado en la Investigación de lo
paranormal y Coordinador del SEIP en Zaragoza)
Actualmente ya no existe dicha casa, se
construyó
una nueva, pero en recuerdo se llama "Edificio El
Duende"
Con las coordenadas iniciales te encontrarás
delante del nuevo edifico construido, por los alrededores
debes
encontrar una tienda relacionada con estos tema. ¿A qué se
dedica dicha tienda ?, el número de letras te dará la variable
A, el número de vocales la variable B ¿Como se llama la
tienda?
Te dará la variable C, el número de vocales te dará la
variable
D.
Coordenadas finales:
41º 38.D(B-D)B
000º 53.(C-D)D(A+1)