SAN FELICES DE BILIBIO
Hay que
reconocer que la mayoría de las personas que oigan nombrar por
primera vez a San Felices de Bilibio
deberán solicitar ayuda para ubicar el lugar. En cambio, si se les
dice la fiesta de la Batalla del vino, la cosa seguro que
cambia.
La batalla del vino es una fiesta de interés turístico
nacional que se realiza desde los años 1930 durante la mañana de 29
de junio, festividad de San Pedro, en
la ciudad de Haro, La Rioja( España).
Se desarrolla en el paraje de los Riscos de Bilibio, a unos 6 kmde
Haro y consiste en mojar de vino tinto
a otros contendientes hasta quedar completamente
morados.
Un poco antes de las siete de la mañana, la gente vestida de blanco
ataviada con el pañuelo rojo de las fiestas y portando el vino para
la contienda, encamina hacia los Riscos de Bilibio, bien andando, en remolques arrastrados por
tractores o en vehículos particulares.
Una vez arriba, se empieza a arrojar el vino usando botas,
botellas, sulfatadoras, calderos, pistolas de agua y todo lo
imaginable que pueda albergar liquido.
Mientras se libra esta batalla, a eso de las nueve, el regidor
sindico de la ciudad (quien
simbólicamente tiene el mando durante las fiestas), abre comitiva a
caballo hasta llegar a la ermita de Sn Felices de Bilibio, donde tras colocar el pendón en lo más
alto de las peñas, se celebra una misa. Al término de ésta es
cuando queda inaugurada oficialmente la batalla del vino,
comenzando las charangas a animar a la multitud que se reúne en las
campas bajo la ermita.
Cerca de las diez y media, cuando se acaban las municiones (20.000
litros estimados en 2007 ), la gente se
va retirando hacia los alrededores para secar sus empapadas ropas y
almorzar los típicos caracoles.
Al término, se vuelve de nuevo en romeria hacia Haro
hasta el puente sobre el rio Tiron. A
las doce del mediodía, se empieza a entrar en la ciudad (acto
conocido como "las vueltas"), enfilando la calle navarra al
ritmo de las charangas para, tras rodear el templete de la música
de la plaza de la Paz, ir hacia la plaza de toros donde se sueltan
varias reses bravas.
Historia
Pleitos
con Miranda de Ebro
Durante años la gente de Haro y Miranda
de Ebro pleiteaban por la posesión y pastos de la zona de los
Montes Obarenes, donde se asientan los
Riscos de Bilibio, tal era la discordia
que decidieron en 1099 acudir a Alfonso VI “el
bravo” , rey de estas tierras,
para que dictara sentencia, pero esta no fue muy resolutiva. En
1176 acudieron al rey Alfonso VIII “el noble”, quien
tampoco satisfizo a ninguna de las partes. Una vez más y tras
continuar los pleitos, acudieron al rey Fernando III “el
santo”, quien puso fin a la disputa mediante la Carta
Ejecutoria del 24 de abril de 1237, ratificada por su nieto
el rey Sancho IV “el bravo” el 10 de agosto de
1288.
Tales resoluciones sirvieron de base para que en 1290 se dictara la
sentencia del Merino Mayor de Castilla, Sancho Martinez de Leiva, por la que se establecían los
límites y propiedades de los Riscos de Bilibio y los Montes de Herrera determinando
que:
Cada año en las fechas del 29 de junio, festividad del apóstol San
Pedro y el primer Domingo del mes de
Septiembre, la villa de Haro, con el
concejo, justicia y corregimiento al frente, diese fe de su
propiedad en dichos montes, límites y pastos. Y para ello habrá de
colocar el pendón morado de la villa, que izará el regidor-sindico
en funciones de alcalde-mayor, en lo más encumbrado del risco y de
no hacerlo así, la tal propiedad, montes, límites y pastos, pasara
a la villa de Miranda de Ebro...
Aunque se sabe de la existencia de estos pleitos con Miranda de
Ebro, parece que la relación con el actual festejo de la batalla
del vino es meramente simbólico, ya que
la romería a los Riscos de Bilibio es
bastante posterior.
Romería
a los Riscos de Bilibio
Por un legajo del archivo municipal de Haro de comienzos del año1500 en el que se recogen
los gastos anuales del concejo, se sabe que se realizaba una
romería a la Virgen de Toloño el
segundo día de pascua. También se desglosan los gastos de la
procesión, danzadores y vaquillas para festejar a San Felices, sin
mencionar ninguna romería a los riscos.
La ermita de los riscos no empezaría a construirse hasta 1710, por
lo que parece que la romería comenzaría alrededor de ese año. En
otro documento del archivo municipal del siglo XVIII, se relata
como transcurría la romería a los
riscos en esa época (muy similar al festejo actual), describiendo
como se subía, se asistía a misa, se colocaba en lo alto el pendón
que portaba el regidor síndico para cumplir con la carta
ejecutoria, se almorzaba y se volvía para entrar todos juntos en la
villa hacia la plaza mayor (actual plaza San Martín) donde se
soltaban vaquillas.
Después de oír Misa, adorar la Reliquia del Santo y visitar su
sepulcro, viene el regocijo, la bulla y la algazara que se ensancha
por aquellos parajes, sufriendo y aguantando todos, por que están a la reciproca, los bautizos de
vino que se prodigan con frecuencia.
Según este fragmento podría parecer el origen de la batalla, pero
por documentos posteriores se sabe que no era costumbre verter
vino.
En el relato de la romería de 1922, recogido por el periódico
Tierra Riojana, se habla de la subida a la ermita a las cinco y
media de la mañana, oficiándose misa seguida de almuerzo con
bailables, dándose a las doce las vueltas a la plaza de la Paz para
dirigirse a la suelta de vaquillas en la plaza de toros. Ninguna
mención al arrojo de vino.
Cambios
de la romería debido a las guerras
Se sabe de la modificación de la tradicional romería en varias
ocasiones.
En la época de la tercera guerra Carlista y estando en 1873 la
ermita de San Felices ocupada militarmente, se celebró la romería
en los parajes de Fuente del Moro.
En 1875, siendo comandante militar Juan Delgado Sánchez, ordenó el
10 de junio, que la romería se celebrase en los jardines de la
Vega.
En los años de la Guerra Civil Española, al no haber jóvenes en
Haro que acudiesen a la romería, fueron
las mujeres las que les sustituyeron.
Inicios
de la batalla del vino
En una poesía publicada en 1932 en el periódico jarrero San Pedro,
aparece lo que podría ser el verdadero inicio de la batalla del
vino, indicando que por capricho de unos cuantos que tiraban vino,
las mujeres ya no querían subir a los Riscos.
Durante la década 1945-1955 se consiguió popularizar lo que se
llamaba entonces Guerra del Vino, pasando poco
después a denominarse Batalla del Vino.
Visto el éxito del festejo, la cofradía de San Felices, con Domingo
Contreras González como prior y el ayuntamiento, con Antonio Vargas
Carranza como alcalde, solicitaron al Ministerio de Información y
Turismo el reconocimiento de la romería como fiesta de interés
turístico, obteniéndo tal
reconocimiento el 8 de julio de 1965.
Fiesta
de Interés Turístico
El 8 de julio de 1965 el Ministerio de Información y Turismo
declara la Romería Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En 1975 quedaron suspendidos este tipo de títulos nacionales. En
1979 el alcalde Francisco Mate solicitó la renovación del título
según la normativa, consiguiéndola en febrero de 1980.
En noviembre de 1998 el gobierno de La Rioja le concedió también el
título menor de Interés Turística Regional.
Batalla
del Vino Infantil
Desde el año 2004 durante las fiestas de junio, se viene realizando
una batalla del vino infantil, para que los más jóvenes puedan
disfrutar de esta tradición.
El 26 o 27 de junio, sobre las 10 de la mañana en la plaza de la
Paz, se reparten unos vales canjeables por una bota llena de mosto
tinto, saliendo poco después en romería hasta el recinto de El
Ferial, donde tras realizar una ofrenda al patrón y el
lanzamiento de un cohete, da comienzo la batalla. Tras ésta, se
reparte un almuerzo de chocolate y bizcochos, continuando con el
retorno a la plaza de la Paz donde se dan Las Vueltas
acompañados de charangas, para terminar corriendo cabezudos en la
plaza de San Martín.
Datos
curiosos
El 22 de septiembre de 1968 a las 12:30, se hizo una segunda
Batalla del Vino a petición de una agencia norteamericana de
publicidad, que estaba rodando las fiestas más típicas y coloristas
de España. En esta batalla la gente no tenía la alegría de las
fiestas y estaba cansada, por haber tenido que esperar desde las
10:30 (hora a la que habían sido convocados), hasta la hora del
rodaje.
En marzo de 1977, se declara el 29 de junio día de San Pedro como
laborable (cuando hasta ese momento era fiesta a nivel Nacional).
Para el ayuntamiento de Haro se plantea
un problema ya que al ser día laborable, la romería dejaría de ser
multitudinaria y decide someter a referéndum la posibilidad de
cambiar la fecha de la romería al siguiente día festivo después del
día de San Pedro. El pueblo de Haro concluyó que quería seguir
festejándolo el día 29 de junio como era costumbre y hoy en día
sigue siendo multitudinaria.