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La actual Casas de Miravete, antes conocida
como Casas del Puerto de Miravete, tiene su origen en Las Ventas de
San Andrés (1639). Dado lo estratégico de su
situación, en el único paso transitable que había en
muchos kilómetros, de siempre ha sido paso obligado para
personas y ganados, discurriendo por ella la Cañada Real
Leonesa Occidental.
Desde el
neolítico, hay vestigios de asentamientos humanos en la zona,
pero parece ser que el actual pueblo, desciende de un asentamiento
moro situado en lo alto del pico Miravete. En la guerra de independencia fue
plaza fuerte del ejercito francés. En esta época el
pueblo se conocía como Casas del Puerto, topónimo con el
que aparece en los documentos antiguos sobre la guerra de
independencia.
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Esta posición
tenía una doble finalidad. Por un lado, proteger el paso del
puerto y por otro, servir de puesto avanzado para dar cobertura a
un puente de pontones situado en el Tajo, en las cercanías de
las ventas de Lugar Nuevo, en el que además del puente de
pontones, había dos fuertes y dos cabezas de puente, pero eso
es otra historia...
En Miravete se
encontraban guarnecidos unos 300 hombres, divididos entre el
rehabilitado castillo moro, dos pequeños fuertes, el
Senarmont y el Colbert, todos ellos dotados de artillería, y
una antigua venta, convenientemente fortificada, a pie del camino,
que a día de hoy ha desaparecido. Estas posiciones eran muy
importantes, pues permitían el contacto entre los dos
ejércitos franceses que operaban en la península. Al
fallar esta posición, el siguiente paso del Tajo se encontraba
en la provincia de Toledo, lo que añadía muchos
kilómetros adicionales para la conexión entre ambos
ejércitos.
Este complejo
perdió su valor al caer las fortificaciones y puente sobre el
Tajo, en Lugar Nuevo, puesto que era imposible vadear el río.
Los franceses se marcharon el 11 de julio de 1812
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Para la
realización de este cache, debemos visitar los tres
emplazamientos, Senarmont, Colbert y Miravete, de manera que en el
primero debemos buscar un recipiente con las coordenadas del
segundo, y en el segundo otro recipiente con las coordenadas y
pistas para encontrar el tercero y final.
Por desgracia, de
las fortificaciones queda poco, pero podéis disfrutar de la
observación de aves, y de las magníficas vistas desde el
pico Miravete. Los dos primeros son mini caches, con que
debéis hilar fino, tened en cuenta que las piedras marcan la
proximidad del lugar. Luego, dejad todo como estaba. Si van
niños en el equipo, debéis tener cuidado en las zonas de
busqueda, hay piedra suelta, el terreno puede ser resbaladizo y hay
precipicios. En el pico Miravete hay un puesto de vigilancia contra
incendios, por lo cual es fácil que estéis siendo
observados mientras buscais. Los contenedores se encuentran
resguardados, pero en cuaquier caso, sed discretos.Poned
atención al abrir la caja final. LA TAPA SALE A ROSCA.
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