EL CIRCO ROMANO
El Circo romano de Toledo fue construido en la segunda mitad del
siglo I d.C, durante el mandato del emperador Octavio Augusto.
Posibilemente, su construcción quedó incluida dentro del plan que
el emperador emprendió por todo el imperio para dotar a todas las
grandes ciudades de edificios como termas, teatros, anfiteatros,
foros... etc., con el onjetivo de potenciar la romanización en
estas zonas. En concreto, la construcción del Circo Romano se ubicó
en el Norte de la ciudad Romana.
El Circo Romano tenía unas dimensiones de 422 metros de largo
por unos 112 metros de ancho aproximadamente. Se especula que su
aforo para aproximadamente unos 25.000 espectadores, lo que resultó
inicialmente suficiente para cubrir las necesidades de la propia
Toletvm como de los alrededores.
El Circo de Toletvm fue uno de los más importantes del Imperio
Romano, dado su tamaño, por detrás obviamente del Circus Maximus,
pero más aún que el de Emerita Augusta, Tarraco... etc. No se tiene
constancia de que durante el tiempo que se utilizó se le dotase de
una infraestructura capaz de llegar de agua a area para recrear
batallas navales, como por ejemplo, sí lo tubo el de Tarraco.
xActualmente, a falta de obtener restos arqueológicos de otras
construcciones, se encuentra entre los 5 primeros por tamaño,
debatiéndose entre el segundo y el tercer puesto, y el primero en
cuanto a los restos que han llegado hasta nuestros días, si bien,
es importante destacar que este hecho ha sido posible gracias a que
actualmente únicamente se encuentra desenterrado parte del graderío
y del lado norte.
Su declive llegó posiblemente, como suceció como con todas las
infraestructuras dedicadas al ocio, con la llegada al Cristianismo
que rechazaba este tipo de eventos lúdicos. Finalmente, fue con la
llegada de la dominación visigoda cuando acabó abandonándose. A
partir de este momento, comenzará el expolio de los sillares de
granito que cubrían el Opus Camenticium para reaprovecharlo en
otras construcciones. Este expolio se extenderá durante
prácticamente toda la Edad Media.
Durante la etapa de dominación musulmana, al menos durante
inicialmente, los graderios fueron utilizados por comerciantes para
ubicar ahí sus establecimientos. Más tarde, los árabes utilizaron
el circo como cementerio, del que pueden observarse a simple vista
muchos vestigios. Actualmente, el cementerio medieval permanece
ahí, lo que convierte al parque arqueológico en un importante
cementerio medieval.
Además de este circo, existieron en Toledo otras construcciones
dedicadas a entretener a pueblo romano, tales como un teatro ya
desaparecido (supuestamente ubicado en los alrederores del actual
palacio de justicia, en la Calle Onda), y un anfiteatro, cuyos
restos se supone que se encuentran enterrados bajo el barrio de
Covachuelas. También existió una construcción dedicada a la
naumaquia (recreación de batallas navales), si bien, este dato
nunca ha podido ser cotejado con vestigios y/o restos
existentes.
En la actualidad, sólo se ha trabajado en parte del circo
romano, el cual se encuentra desenterrado y puede ser visitado de
manera gratuita además de ser visible desde el aire.
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