SANTA MARÍA
Dominando
el Valle de Ambroz por
estar situada en lo más alto de la Villa de Hervás, la
Iglesia
Parroquial de Santa María o de Santa María de la Asunción de
Aguas Vivas, ocupa lo que sería la antigua fortaleza templaria del
siglo XI que sirvió de embrión de la actual población y de la que
sólo quedan algunos restos. Su construcción original es del siglo
XIII. Su fábrica es de mampostería y sillería de
granito.
En
el siglo XVII se produjeron profundas reformas, de entre las que
sobresale la portada, al Sur, de cantería y estilo
clasicista, hecha en 1596.
En
la cabecera, la esbelta torre posee algún elemento que indica
que es el único resto de alguna edificación anterior.
Su
retablo mayor, de estilo barroco, fue quemado durante la Guerra
Civil y sustituido por otro, tambiém barroco, que alberga la imagen
de la Vigen de la Asunción de Aguas Vivas.
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LA
VILLA DE HERVÁS
Situada en las faldas de la
Sierra de Béjar y capital del
Valle de
Ambroz, en origen perteneció al Reino de Castilla (más
concretamente al Señorío de Béjar). Tras la reforma administrativa
de 1833, pasa a a pertenecer a la provincia de Cáceres.
Durante la Reconquista, todavía
una aldea, tuvo castillo de la Orden del Temple, siendo
declarada
Villa
Libre y cabeza de jurisdicción
en
1816,
gracias al Rey Fernando VII.
Su riqueza, además de maderera y
frutícula (en otro tiempo también textil), se debe en buena parte
al turismo, con una gran oferta de alojamientos rurales y demás
servicios.
EL
ENTORNO
Situada en un valle privilegiado, Hervás nos
sorprende por el frescor de sus aguas, sus nieves al alcance de la
mano, sus robledales y castañares y sus montañas, de entre las que
destaca el Pinajarro (2212 m), la Nijarra, el Torreón (2400
m).
EL CACHE
Se trata de un
NANOCACHE
magnético fácil de encontrar gracias al
"hint" y a la foto
spoiler. La zona es muy concurrida, así que
se ruega paciencia. A ver si dura. |
OTROS ATRACTIVOS
Al
noroeste de Santa María, en la parte más baja de la Villa y
junto al cauce del Ambroz se asienta el
Barrio Judío o Judería,
que tuvo especial relevancia en el siglo XV gracias al
asentamiento de varias familias de origen judío. Sus calles
empedradas, estrechas y algunas en fuerte pendiente, sus casas de
adobe y madera, muchas de ellas con voladizos, sus pasadizos y sus
preciosos rincones, hacen del barrio algo único e
irrepetible.
En el
lado meridional de la Villa se alza la
Iglesia de
San Juan Bautista de la Concepción, de 1682, que forma parte
del antiguo Convento de los Padres Trinitarios, fundado en 1654. La
iglesia es de estilo postherreriano y el Convento se utiliza
actualmente como hospedería de la Junta de Extremadura.
Cerca de La Corredera y en pleno corazón de la
zona de cañas, un palacio neoclásico de finales del siglo XVIII
(Palacio
de los Dávilas) acoge el
Museo
Enrique Pérez Comendador-Leroux,dedicado a la escultura de
Pérez Comendador ya la pintura de Magdalena Leroux.
También merecen una visita el
Ayuntamiento
(antigua enfermería del Monasterio Franciscano de la Bien Parada
(1728) y el
Museo de
la Moto Clásica. |