Castillo
de Javier
Al
límite de la provincia de Zaragoza, en la parte más elevada del
pequeño pueblo de Javier, se alza la silueta rotunda del Castillo
de Javier, casa natal del patrón de Navarra. San Francisco Javier.
Los orígenes del castillo se remontan a finales del siglo X, en el
que se levantó una torre de señales, la torre del Homenaje. Su
estratégica ubicación de frontera entre los reinos de Navarra y
Aragón, acrecentó su sentido de fortaleza y en torno a la torre se
fueron edificando los distintos cuerpos del castillo. En 1516, por
orden del cardenal Cisneros, fue parcialmente destruido, y a
finales del siglo XIX y aneja a la fortaleza, se levantó la
basílica de Javier. En 1952, las obras de reconstrucción
devolvieron al castillo su fisonomía original y hoy es uno de los
pocos castillos que conservan sus defensas y estructuras como
troneras y saeteras. Sobre la vida de San Francisco Javier
Francisco de Javier nació en el seno de una familia noble y era el
sexto hijo de Juan de Jasso, hombre importante del reino de
Navarra, y María de Azpilcueta. A los 19 años se trasladó a París
para estudiar en la Universidad de la Sorbona, donde conoció a San
Ignacio de Loyola con quien cofundó la Compañía de Jesús. Comenzó
aquí su aventura evangelizadora que le llevó a recorrer, a lo largo
de 11 años, multitud de aldeas y ciudades de África y Asia, hasta
que finalmente murió de pulmonía el 3 de diciembre de 1552, cuando
se disponía a entrar en el Imperio Chino. Tenía 46 años. Cinco
siglos después, en todos los lugares que recorrió permanece una
impronta de su vida y obra, y en su tierra natal, Navarra, es un
personaje querido, venerado y admirado. Las Javieradas
Los dos primeros fines de semana de
marzo tiene lugar una popular peregrinación al Castillo de Javier
conocida como "Javierada" en la que miles de personas de toda
Navarra recorren a pie decenas de kilómetros para venerar al Santo.
El origen de esta tradición se remonta a 1886, cuando se invocó a
San Francisco Javier para que hiciera remitir la epidemia de cólera
que asolaba Navarra, y en agradecimiento al cumplimiento de este
deseo, se llevó a cabo la promesa de acudir peregrinando a Javier.
Un recorrido por el Castillo de Javier Comenzamos en el zaguán
cruzando la puerta principal del Castillo donde destaca un relieve
de piedra con tres escudos separados por ángeles tenantes, que
representan las armas familiares. Nos encaminamos a las
caballerizas y descendemos al sótano, donde antaño estuvieron las
bodegas. Un fugaz recorrido de dioramas nos invita a descubrir
retales de la vida del santo, y seguidamente accedemos a la planta,
donde se exponen objetos del antiguo Castillo, recuerdos del Santo
y una maqueta del antiguo edificio. Este museo se divide en tres
secciones: historia del edificio, Javier y Navarra en la historia y
la pinacoteca, donde destacan los cuadros flamencos de Maes.
Finalmente, una rampa nos lleva al resto de las dependencias del
Castillo. Iniciamos la visita en la Sala de Escudos, adornada con
los blasones pertenecientes a los padres de Francisco y con el
árbol genealógico de su linaje. Traspasando una puerta de piedra se
accede a la Sala Principal o Grande, lugar de recepción y
convivencia familiar. Desde aquí seguimos ascendiendo por la
escalera de la Torre de Undués hasta llegar al Camino de Ronda, un
corredor protegido, destinado a defender la fortaleza, desde cuyo
matacán era habitual arrojar piedras y aceite hirviendo a los
atacantes. Dejamos a la izquierda las habitaciones de los
capellanes - hoy oratorio - para acceder al núcleo primitivo del
Castillo. Se trata de dos estancias que rodean a la torre del
Homenaje, la construcción de este tipo más antigua de Navarra. El
aposento de la derecha fue la habitación de San Francisco Javier, y
el de la izquierda, es la capilla de San Miguel, la primera que
tuvo el castillo. Asómese a la terraza contigua, donde apreciará la
estratégica situación del Castillo, y disfrute de impresionantes
vistas: al norte, la sierra de Leyre; al oeste, la vega del río
Aragón; al este, la frontera de Aragón; y al sur, la plaza y el
término de Castellar. Descendemos de nuevo hasta la planta de la
torre, donde un corredor nos llevará al Vestíbulo del Castillo y la
capilla del Santo Cristo. A través de una verja encontramos al
Cristo de Javier, una impresionante imagen gótica del siglo XVI
tallada en nogal, que según cuenta la tradición sudó sangre cuando
el Santo agonizaba en Sancián. Está rodeado de un dramático fresco
medieval, única representación gótica de la danza de la muerte que
existe en España. Bajamos las escaleras que nos llevan al patio de
armas y salimos por la poterna. A nuestros pies, la escalera
antigua, y a la izquierda, rompiendo con la estructura del
Castillo, el muro de la Basílica construida en el S.XIX allí donde
los padres de Francisco de Javier había construido el Palacio
Nuevo, lugar en el que nació el Santo. Finalizamos nuestro
recorrido en el punto de partida, el zaguán. Con motivo del V
Centenario del nacimiento del santo, se ha construido un espacio
multiusos, el Aula Francisco de Jasso, con capacidad para 1300
personas, y la Sala de exposiciones Georg Schurhammer, con el
archivo personal del mayor biógrafo de Francisco de Javier,
trasladado especialmente desde Roma.
EL CACHE
Para
encontrar el cache debereis resolver el siguiente mensaje cifrado
que me encontre dentro del Castillo, nunca he sabido lo que quería
decir pero me han dicho que mire en su interior
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