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Este curioso olmo está situado en la puerta de la Iglesia de Nuestra Señora de Las Eras (s. XVII), en el centro del pueblo del Rasillo de Cameros, como guardián del lugar y de sus moradores que, con su presencia solemne y su inevitable vejez, constituye la seña de identidad y el símbolo característico del lugar. Sus antiguos habitantes quisieron dejar constancia de su historia y plantaron como testigo un olmo de montaña, un árbol que vegetaría de forma natural cercado por extensos bosques de pinos, robles y hayas que entonces, rodeaban el municipio. Su peculiaridad se debe a que se trata de un olmo de montaña y no de un olmo común. Es el único ejemplar conocido de esta especie que se conserva en las plazas de los pueblos de nuestro país, por ello está declarado por la Ley de Protección y Desarrollo del Patrimonio Forestal de La Rioja, desde el 17 de mayo del 2006, como árbol singular de La Rioja, por su tamaño y vinculación a un monumento, ello conlleva una dedicación muy especial a su cuidado y mantenimiento.
El olmo de El Rasillo es un árbol muy anciano, afectado especialmente por pudriciones de la madera que han reducido considerablemente su resistencia estructural frente a vientos y tormentas, aunque su vitalidad es muy buena porque cada primavera demuestra que quiere seguir estando vivo. Debido a que el tronco se encuentra hueco como consecuencia de la pudrición de su madera, era necesario promover el desarrollo de un brote capaz de crear madera sana en el hueco, por lo que se pensó en la posibilidad de enraizar una estaquilla del propio árbol e implantarla en el centro, aunque debido a su edad tiene muy mermada esa facultad. Por fin, tras multitud de intentos, se consiguió el enraizamiento, aunque todavía es pronto para saber si el implante ha tenido éxito.
Recuerda que, desde el Rasillo puedes acercarte caminando por la Vía Romana unos 2 Km., hasta Ortigosa de Cameros, donde encontrarás los cachés de Vistas de Ortigosa y Grutas de Ortigosa.
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