Cavas o
pozos de nieve
La
actividad de los neveros artificiales es conocida desde tiempos de
los romanos (2.000 adC), su gran desarrollo tuvo lugar entre los
siglos XVI y XIX, y ha sido utilizada hasta mediados del siglo XX,
cuando con la aparición de los electrodomésticos caen en desuso.
Cuando no existían los frigoríficos, la conservación de alimentos
se realizaba gracias a la salmuera, los adobos, las conservas o el
aprovechamiento de las nieves. Este último sistema fue la base para
un trabajo que pervivió hasta1931.
LA PRODUCCIÓN DEL HIELO:
Los trabajos en los neveros comenzaban en
primavera después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con
palas y la llevaban a los pozos de nieve, donde la aprisionaban
para convertirla en hielo. Al pisar la nieve esta se compactaba con
doble finalidad: para disminuir el volumen ocupado y para que se
conservara más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con
tierra y ramas formando capas de un grosor homogéneo. Ya en verano,
se cortaban bloques de hielo que eran transportados a lomos de
bestias de tiro (caballos o burros) durante la noche para evitar
que se derritiera, hasta los puertos y núcleos urbanos más cercanos
donde eran comercializados.
La dureza del trabajo debía ser impresionante, los neveros
(trabajadores de la nieve), no disponían de abrigos y calzado
moderno, y trabajaban en condiciones de frío intenso acumulando la
nieve en los pozos.
Cava de l’habitació
La Cava
de l'Habitacio se encuentra situada junto al refugio de Montcabrer
y la cumbre del Contador. Sus orígenes se remontan a principios del
siglo XVII
Diámetro
7m / altura 8.50 m.
cava
de l'habitació
Cava gran desde desde
l'habitació
refugio del Moncabrer
Cava