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Size:
 (regular)
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Los alrededores de la antigua Estación Internacional de Canfranc nos muestran impresionantes objetos del esplendor de lo que algún día fue una importante estación para el paso a Francia de pasajeros y mercancías.
El primer proyecto para construir un ferrocarril desde Zaragoza hasta Pau por Canfranc fue presentado en 1853 por Juan Bruil y en 1865 una comisión hispano-francesa había iniciado los trabajos en las dos vertientes pirenaicas, fijándose en 1880 la ruta definitiva a través del túnel de Somport.
Las obras se inauguraron en octubre de 1882, pero, a pesar de que se había fijado un plazo inicial de seis años para su culminación, el ferrocarril sólo había podido llegar a Jaca en 1893 y se puso en funcionamiento el 1 de Marzo de 1898.
Sin embargo, el fuerte desnivel y la longitud del siguiente tramo (21 Km y 400m de desnivel) y la gran cantidad de puentes y túneles que se requerían, impidieron que el ferrocarril llegara a Canfranc hasta treinta años más tarde.
Además, el ejército era recelosa de esta contrucción y se repararon las fortificaciones de Coll de Ladrones en Canfranc, la torre de Fusileros entre Canfranc y Villanúa y Rapitán en Jaca.
La reivindicación de la terminación del Canfranc es una constante en la sociedad aragonesa a finales del siglo XIX y principios del XX, y en su origen está la exposicíon Hispano-Francesa de 1908.
Continuaban las obras y el presupuesto continuaba subiendo, junto a las obras necesarias para la línea ferroviaria se contruyó el antiguo poblado de Los Arañones y fue necesario realizar obras de repoblación de la vegetación con el fin de evitar aludes de nieve en invierno que pudieran bloquear los trabajos y posteriormente la línea de ferrocarril.
El túnel de Somport supuso una gran obra de ingienería para la época con casi 7Km de longitudl. Las obras comenzaron en 1908 y no terminaron hasta siete años después. Por fin, la línea fue inaugurada el 18 de Julio de 1928 y al año siguiente comenzaría su explotación.
Desde su inaguración hasta la guerra civil, la línea se limitó a canalizar el escaso tráfico que generaban las relaciones comerciales entre Aragón y el Bearn, tiempos en los que la línea apenas logra subsistir. El comienzo de la guerra hará que se tapie el túnel hasta 1940 para evitar el posible acceso a España de fuerzas francesas y evitar la huída de republicanos al país vecino.
La presencia de maquis en las inmediaciones trae consigo un nuevo cierre de la frontera y por tanto de la línea hasta 1945.
Entre 1949 y 1954 el tráfico se reanuda aunque con volúmenes muy escasos, pero a partir de éste y hasta 1959 el ferrocarril de Canfranc va a disfrutar del periodo de mayor esplendor al canalizar grandes volúmenes de exportaciones de agrios procedentes de Valencia.
El hecho de que se helaran algunos cargamentos de naranjas detenidos en la aduana, el cambio de ejes por el diferente ancho de las vías de España a Francia y la no aplicación de tarifas especiales hizo que la línea de agrios desapareciera de Canfranc y con ello el futuro de la estación se viera amenazado.
El fin definitivo de la línea se produjo el 27 de Marzo de 1970, cuando un descarrilamiento de dudoso origen derrivara el puente de L'Estanguet a la salida del túnel por el lado francés, lo que sirvió para eliminar la línea del mapa de ferrocarriles galo.
Desde esta fecha, las continuas reuniones para reanudar el tráfico ferroviario han sido infructuosas, más todavía cuando se abrío el paso por carretera a través del largo túnel de Somport poco antes de llegar a Canfranc.
La Estación de Canfranc actualmente tan solo recibe tráfico de pasajeros de dos trenes regionales de la línea Zaragoza-Canfranc con una duración del viaje de 4 horas aproximadamente en una "entretenida" excursión con el más conocido de "Canfranero".
Muchas son las iniciativas por parte del Gobierno de Aragón y de otras instituciones para darle un uso adecuado al monumental edificio de la estación. Sin embargo, todas se han quedado en papel mojado.
Desde el punto de vista arquitectónico, consta de un edificio principal, varios muelles para trasbordo de mercancías, y el depósito de máquinas. En su construcción se han utilizado diferentes materiales como el cristal, el cemento y el hierro, propios de la arquitectura industrial del momento.
El edificio de pasajeros destaca por su desarrollo longitudinal, que se articula gracias a tres volúmenes destacados en altura, que se sitúan en sus extremos y en el centro. El cuerpo central cobija el vestíbulo donde se encontraban las taquillas. Grandes ventanales, pilastras de sabor clasicista y trabajo en madera de gusto Déco se combinan para crear un espacio suntuoso. En los cuerpos laterales, se acomodaban el puesto aduanero, la comisaría de policía, correos y un hotel internacional. Disponía además de dos pasos subterráneos.
Al exterior, estos volúmenes presentan tejado curvo apizarrado a cuatro vertientes, y se coronan con cuatro pináculos apiramidados dispuestos en sus flancos. Los dos pisos del cuerpo se abren mediante arcos de medio punto a la zona de las vías y sobre estas dos galerías se abre una nueva teoría de vanos abuhardillados en la cubierta apizarrada, que denota la clara influencia de la arquitectura francesa.
En la actualidad nos encontramos con un edificio cercado sin posibilidad de entrar a visitar sus diversas dependencias. Sin embargo, podemos pasear por los muelles, contemplar el depósito de máquinas, con su estructura metálica, y las diversas grúas que todavía permanecen a los lados de las vías.
El caché se encuentra en una de estas inmediaciones. Mirando a la fachada de la estación a la derecha encontrarás un par de vagones, en uno de ellos apenas se encuentra la estructura y el toro se encuentra totalmente oxidado. Allí encontrarás uno camino marcado con los postes de balizamiento típicos de la nieve que cruza las vías y te acerca a una casa abandonada y a un taller de trenes. Durante ese corto paseo atento a las coordenadas y a los finales de línea.
Este camino se conecta con el pueblo de Canfranc a través de un corto sendero y un puente a la derecha del aparcamiento público gratuíto de la localidad, por si os da algo de miedo andar por unas vías.
Una vez hayáis localizado el caché perded un poco de tiempo en ver las instalaciones abandonadas. A la estación no se pude entrar como ya hemos dicho, pero el resto de instalaciones son visitables con algo de prudencia, eso sí.
El caché es un recipiente negro y amarillo y que en sus inicios contiene:
- Boli naranja de purpurina
- Collar de concha
- Chapa
- Pastilla de jabón
- Dado
- Horquillas de pelo
Additional Hints
(Decrypt)
Ra habf "gbcrf" qr svanyrf qr yíarn
Qronwb qr hanf cvrqenf.