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Calvario Toxiria Traditional Geocache

This cache has been archived.

lupagraf: Bueno, ha durado cerca de 10 años, 24 encontrados, 5 no encontrados, un lugar muy interesante y poco visitado, pero ha llegado el momento de que pase a mejor vida. Gracias a todos por buscar, ayudar a mantener, etc., etc.

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Hidden : 10/14/2012
Difficulty:
2 out of 5
Terrain:
2 out of 5

Size: Size:   micro (micro)

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Geocache Description:

El Calvario es el monte más típico de Torredonjimeno. Está situado en la zona oeste de la ciudad, muy cerca del casco histórico de la misma.

El nombre se debe a que a lo largo del carril que sube hasta lo alto serpenteando podemos las 14 cruces de piedra que componen un bonito Via Crucis. Al final del camino podemos encontrar una pequeña ermita. Este enclave ha pasado por numerosas etapas de abandono y posterior recuperación. Actualmente se encuentra en bastante buen estado debido a la reciente recuperación y restauración de la ermita. Aquí os dejamos un artículo de Luis Gómez López sobre el Calvario y su última recuperación: Los jóvenes de hoy en día pueden disfrutar de una vista estupenda del Monte Calvario de la localidad, con los accesos arreglados convenientemente y con la ermita totalmente restaurada. Pero para que ese trabajo se haya visto felizmente culminado ha sido necesario el paso de mucho tiempo y la labor y el esfuerzo de muchas personas. El resumen de dicho proceso puede ser más o menos como sigue: Durante el año 1999, y siendo sacerdote de San Pedro Apóstol D. Manuel Peláez, es donde debería arrancar la recuperación moderna del monte Calvario, tal y como hoy la podemos contemplar. Por aquellas fechas, mi compañero de fatigas Manuel Fernández y un servidor, nos acercamos a la Iglesia de San Pedro para ponernos a disposición de D. Manuel y editar un boletín parroquial, al igual que hacíamos en Santa María ayudando a D. Francisco de la Torre con la publicación del boletín "La Victoria". Es en esa reunión, del mes de marzo de ese mismo año noventa y nueve, es donde hablamos por primera vez del estado del Calvario, con los que en aquella época tenían potestad para emprender las primeras acometidas y primeras obras de arreglo (1) Todos mostramos preocupación por el estado lamentable y ruinoso en el que se encontraba por aquellas fechas, las veredas del Calvario se habían convertido en improvisadas pistas donde los vándalos practicaban motociclismo suponiendo un peligro para las personas mayores, que en el recuerdo de la tradición ascendían en los días soleados para rezar el Vía Crucis penitencial, o simplemente para dar un paseo y disfrutar de las magníficas vistas que desde el impresionante otero del Calvario se disfruta de nuestra localidad. Comentábamos el estado lamentable que ofrecían la mayoría de las cruces penitenciales del Vía Crucis, muchas de ellas derrumbadas cuando no destruidas por la barbarie y la sin razón. Nos lamentábamos tristemente del estado de la ermita, refugio de desaprensivos y objeto de gamberradas diversas, en la cual llegaron incluso realizarse misas negras, amén del estado ruinoso que presentaba la vivienda aneja del santero, que suponía un peligro para cualquier transeúnte debido a su estado de ruina; así hablábamos los tres de un asunto y de otro sobre nuestro Calvario D. Manuel estuvo de acuerdo en dar una solución al problema, pero mostró su preocupación y sus reservas, sobre todo en lo referente a su viabilidad económica ya que por aquel entonces, San Pedro tenía previsto realizar la construcción de un nuevo centro de pastoral en el Barrio del Olivo, lo cual iba a suponer un enorme gasto y un considerable trabajo para la parroquia. Ambas partes estuvimos de acuerdo en hacer todo lo que estuviese en nuestra mano, coincidiendo en que había que recuperar la tradición de ascender orando al Calvario, y que la mejor forma de hacerlo posible era mentalizando a la gente de la necesidad de recuperar lo que nuestros mayores nos dejaron. A principios del mes de Abril, y preocupados por el tema, empezamos a entablar conversaciones con amigos y colaboradores de la revista Órdago, para que nos contasen todo lo posible sobre dicho monte emblemático. Fue esta etapa una andadura de investigación y estudio, llegando a rastrear los archivos parroquiales de San Pedro en busca de la mayor fuente de datos sobre los santeros y moradores de la ermita de San Cristóbal, así como otros datos de interés que pudieran ayudarnos en la tarea. Un duro trabajo que se hacía cuando se podía, ya que nuestra colaboración en prensa (Manuel Fernández era colaborador del Diario Jaén, y yo del semanario La Voz de Jaén y de la revista La Crónica de Jaén), absorbía la mayor parte de nuestro tiempo y no podíamos dedicarnos de lleno al asunto. Aprovechando la visita que nuestros amigos los Heraldos del Evangelio realizaron a la localidad, organizamos un Vía Crucis espontáneo entre amigos y colaboradores, para ascender por la ladera del Calvario realizando las tradicionales estaciones de penitencia. Eso ocurrió el dos de Abril de 1999, como quedó publicado en el semanario en el que trabajaba y antes mencionado (2). Todo ello se puso en conocimiento de D. Manuel Peláez, que animado por la actividad, dio su consentimiento. Ese Vía Crucis, fue seguido de varias actuaciones más. La verdad es que el tema corría prisa, pero no se sabía como encauzarlo concretamente así como la manera de materializar de forma positiva y concreta dicha empresa. Nuestra posición era desfavorable, porque aunque teníamos la razón de nuestra parte, los recursos económicos necesarios para poder realizar una remodelación tal y como era debida se escapaba de nuestras posibilidades. El Dos de Mayo, sale en la Parroquia de San Pedro el número dos del boletín "El Apóstol de San Pedro" en cuyas páginas se puede leer otro llamamiento que desde esa modesta pero gratificante publicación hacíamos para la recuperación del Calvario (3). En ella, se trataba de hacer un ejercicio de memoria entre los más mayores, recordándoles, que los pinos que hoy dan sombra y sirven de pulmón a esa parte de la localidad, fueron plantados por sus abuelos, cuando éstos eran niños, y que ahora, cuando muchos de ellos ya no se encuentran entre nosotros, son sus descendientes los que pueden disfrutar de la sombra que los venerables pinos dan a los caminantes en su ascenso a ese monte que supone el cielo de Torredonjimeno. A lo largo de las sucesivas semanas, el interés iba en aumento. En aquellas fechas estaba próxima la Semana Santa de la localidad, y el Lunes Santo era el tradicional día en el que los tosirianos ascendían por el Calvario en el Vía Crucis que organiza la Agrupación de Cofradías (4). Ese día, más de mil personas ascendieron acompañando al Cristo. Familias enteras, jóvenes y mayores, grupos enteros de personas de toda condición, se mostraban interesadas en acudir a la llamada del Calvario. Las cosas parecían ir bastante bien, pero aún quedaba mucho por hacer. Fruto de las conversaciones con las personas mayores de la localidad, encontramos un dato que nos pareció revelador. Nuestro gran amigo y conocedor de grandes secretos de la localidad Antonio Ocaña, nos comentó que en uno de sus paseos por el Calvario en compañía de un amigo, repararon en una piedra de bastantes dimensiones con una fecha grabada en la misma. Ese dato nos interesó, ya que se podía tratar de la piedra en la que se diera constancia de la finalización del Calvario en su primera etapa, es decir el Calvario primigenio. Al poco tiempo, subimos al Calvario para rastrear esa pista, siendo imposible encontrar más que escombros y suciedad, aunque el ascenso no fue baldío, ya que lo que sí se encontró es una parte del fuste de una de las cruces originarias, con parte de la inscripción que todas ellas tenían y que dice así: Junto con la cruz que se haya empotrada en el muro de la casa del santero, muy deteriorada por el tiempo y las gentes, dicho trozo de fuste es el único vestigio que de las cruces originarias que se conserva en la actualidad, además en dicho resto se puede apreciar, vestigios de la pintura color ocre rojiza que la decoraba, tanto en el surco impreso de las letras grabadas, como en uno de los laterales de la misma. Este color es muy similar al que se aprecia en la portada de la Virgen de los Dolores de la parroquia de Santa María de Torredonjimeno. Transcurrido el tiempo, D. Manuel Peláez nos hizo una confidencia que ya era un secreto a voces entre la feligresía de San Pedro. Desde el obispado de la capital, se había propuesto un cambio de destino en la figura del párroco de San Pedro, pasando éste en breve a ser Vicario de Villacarrillo, e instalándose en nuestra localidad otro arcipreste distinto, que a la sazón sería el sacerdote D. Juan Párraga. En ese convulso cambio de párrocos, las tareas quedaron en suspenso, puesto que había que darle tiempo al sacerdote entrante para que tomara posesión de su cargo y se hiciese con las riendas de la parroquia, así como conocer la realidad de la feligresía en la que se iba a instalar. Con D. Juan Párraga ya como párroco se continuaron las labores emprendidas anteriormente con D. Manuel. Se relanzó el boletín parroquial, ahora en otro formato, más pequeño, pero igualmente interesante, en donde se siguieron dando noticias puntuales de la vida de la parroquia y del estado en el que se encontraba el Calvario.. Por aquellas fechas entraría en acción la persona que decididamente se encargaría de las obras, D. Antonio Ureña, que sería a la postre el que terminaría lo antes empezado y el que mejor supo como llevarlo a cabo. Sus actuaciones e ímpetu en el proyecto lograron que se pudiese financiar la obra y que durante el tiempo que éstas estuvieron en marcha la gente se entusiasmase con el proyecto, llegándosele a conocer en la localidad cariñosamente como "Antonio el del Calvario". El resto de las peripecias del Calvario pueden contemplarse en los diferentes boletines parroquiales que se editaron en la parroquia de San Pedro bajo el título de "El Apóstol de San Pedro", que esta vez en color y por imprenta se editaron en la parroquia desde enero del 2001 hasta agosto del 2002(6). En dicha publicación se puede constatar gráficamente el estado de mejora que experimentó el Calvario en las sucesivas obras que se llevaron a cabo, así como las visitas y Vía Crucis penitenciales que se realizaron hasta el momento en el que la revista dejó de publicarse. El Calvario es y seguirá siendo en la localidad un hito, un punto de referencia privilegiado; porque durante siglos ha estado ahí, vigilante y silencioso, siendo testigo mudo del devenir y progreso de la localidad. Pero para que siga estando ahí para las generaciones venideras, es necesario que nosotros, todos los tosirianos de bien, aportemos nuestro granito de arena en su cuidado y vigilancia. NOTAS 1. - El que fuera cronista de nuestra localidad, el sacerdote D. Juan Montijano Chica, ya había expuesto es numerosas ocasiones su deseo de recuperar el Calvario como lugar de oración, deseo que no vería cumplido debido a lo avanzado de su edad y a que ascendería en el Señor antes de poder empezar el proyecto 2. - "Vía Crucis espontáneo en el Calvario" Luis Gómez, "Semanario La Voz de Jaén", semana del 2 al 8 de abril, 1999, Pág. 54. En dicho artículo se da noticia del acto y se recala en la necesidad de recuperar las cruces penitenciales así como la ermita de San Cristóbal, haciendo hincapié en el estado lamentable en el que se encuentra en aquellas fechas el entorno del Calvario 3. -"El reto del Calvario: Una herencia religiosa que recobrar" Luis Gómez López, "El Apóstol de San Pedro", N º 2, 2 de mayo de 1999, año-I de su publicación. Pág. 3 4. -"Vía Crucis del Lunes Santo", Luis Gómez," Semanario La Voz de Jaén", Pág. 55. En dicho artículo se puede leer: "D. Manuel, párroco de San Pedro, ha reiterado en varias ocasiones la intención de restaurar dicha ermita, así como recuperar algunas de las cruces de las estaciones, que se encuentran destruidas por desgracia..." 5. - Dicha piedra se encuentra en la actualidad en la lonja de San Pedro, y puede ser vista por todos los interesados. Estando ya D. Juan Párraga como Párroco de San Pedro se le hizo entrega de la misma para que se tuviese en cuenta y por si en la recuperación de las cruces actuales se pudiese labrar la misma inscripción que tenían las originales. Esta tarea no se pudo llevar a cabo por lo costoso del proyecto 6. - La revista "El Apóstol de San Pedro" ha tenido tres ediciones. Primera etapa en formato A4, editada con D. Manuel Peláez como director, una segunda etapa en formato A5, ya con D. Juan Párraga como director, ambas en fotocopias realizadas en la fotocopiadora parroquial y una tercera etapa como revista a color y realizada totalmente en imprenta también bajo la dirección de D. Juan Párraga. Dicha publicación dejó de emitirse en el año 2001 a instancias de D. Juan Párraga, por motivos económicos El caché lo podemos encontrar muy cerca de la ermita por debajo de ella.

Additional Hints (Decrypt)

Ra ha evapóa qr yn rezvgn

Decryption Key

A|B|C|D|E|F|G|H|I|J|K|L|M
-------------------------
N|O|P|Q|R|S|T|U|V|W|X|Y|Z

(letter above equals below, and vice versa)