LA CASA DE TARZÁN.
Emblemática, única, imprevisible… así es nuestra “Casa de Tarzán” o el “Espai Verd”. Y no podría estar en otro lugar que en este distrito, el de Benimaclet.
Porque si hay un barrio que aúne lo tradicional con lo moderno, la calma con la fiesta, las personas mayores con jóvenes y la vida diurna con la nocturna; ése es Benimaclet.
Intercultural, intergeneracional y, sobre todo, el idílico lugar que escogió Tarzán para hacer su casa.
Hagamos memoria…
Benimaclet, se remonta a la época de la ocupación musulmana, una tierra fértil de huertas al norte de Valencia. En el año 1238 el Rey Jaume I donó Benimaclet a los hermanos García y Ximén Pérez de Pina por su colaboración en la campaña de Valencia "como heredad propia, franca y libre, a perpetuidad".
Desde inicios del siglo XVI hasta 1878 fue un municipio independiente con su propio ayuntamiento.
Durante el siglo XIX la vida principalmente agrícola de Benimaclet está compuesta por la cosecha del gusano de seda, la industria más provechosa de la zona, en aquella época la población apenas llegaba a los 400 habitantes.
En 1970 pasó a ser un barrio más de la ciudad, hasta entonces fue una pedanía de la ciudad de Valencia.
Hoy en día, el antiguo municipio de Benimaclet ha ido creciendo hasta contar con una población de unos 30.000 habitantes.
Actualmente en Benimaclet existen numerosas calles con una amplia oferta de cafés, pubs, locales de conciertos y exposiciones, especialmente a lo largo y cerca de la calle Reverendo Tramoyeres y la conocida zona del tranvía.
Una nota diferenciadora de Benimaclet con otros barrios de Valencia es su importante actividad social, cultural y organizativa, a la tradicional Asociación de Vecinos de Benimaclet, de las más antiguas de Valencia se han añadido otras asociaciones de carácter cultural sin ánimo de lucro como: el Centre Social Terra, Ameba, No m’ho puc Crear, Fusionart, el Árbol y muchas otras que faltan por formarse.
Pero, ¿dónde vive Tarzán?
Su casa está entre el extremo de la calle Vicente Zaragozá, calle Vera y el boulevard norte. Su aspecto tiene reminiscencias amazónicas. Es como una “pausa descontextualizada”. Es obra de Antonio Cortés Ferrando, que imaginó Espai Verd como una confluencia espiritual de privacidad y comunidad. Sea como sea, se trata de un edificio que asegura espectacularidad. Son 108 viviendas intercaladas con frondosos jardines interiores, terrazas y cascada de agua.
Sobre el caché:
Se trata de un recipiente de tamaño pequeño en el que encontraremos en su contenido inicial:
- Certificado FTF
- Libro de registro
- Lápiz para firmar
- Pinza magnética (ayuda a sacar el libro de registro en caso de necesidad)
Para abrir el caché es necesario girar y estirar hacia arriba con cuidado.
Dependiendo de la hora en la que decidais ir a la búsqueda pueden haber muchos muggles paseando a los perros, asi que debereis ser muy discretos.
Suerte en la búsqueda