La iglesia:
La Iglesia Parroquial de San Miguel de Quart de les Valls es una iglesia con planta “tipo salón” valenciana. Es bastante diferente a otras muchas de la región, especialmente por sus columnas “separadas” de los laterales, lo que le da una luminosidad y amplitud especial.
La influencia italiana de los Servitas y sus arquitectos se puede ver en otros templos como el de Montán, que también eran “iglesias conventuales”
Se terminó de construir en el año 1.771 y está dedicada a San Miguel Arcángel. El templo como consecuencia del mal estado de la primitiva parroquia que databa de 1535, se convirtió en la nueva parroquia de Quart.
Se pueden contemplar unas preciosas pinturas de la vida del San Peregrín Laziosi en las cuatro pechinas de la cúpula, recientemente restaurada.
En su interior se rehabilitó el coro de los Servitas que conserva todos sus sitiales de madera de nogal, y siguen existiendo algunos de los azulejos originales del convento en los laterales del templo y en la sacristía.
Para visitarla, es posible contactar conmigo previamente a la visita con un mp, (y si estoy por el pueblo, intentaría acompañaros en la visita al interior) o bien aprovechar los horarios de misas.
Los Servitas:
Fue una orden religiosa venida de Italia. Se asentó en Quart de les Valls hacia 1612. Al parecer inicialmente construyeron su convento junto con una pequeña iglesia lateral. Con posterioridad en 1.771 terminaron de ampliar el templo a lo que ahora es en la actualidad.
El 1835 la desamortización eclesiástica provocó la exclaustración de los religiosos y el destino a usos civiles de las dependencias conventuales. Expropiados de sus bienes y edificios, los religiosos debieron partir a otros países y regiones. Era el principio del fín para el Convento, que llegó a ser la sede del Ayuntamiento municipal e incluso corral para ganadería.
Solo con posterioridad a la Guerra Civil, algunos de los miembros de la Orden intentaron volver a Quart, e incluso realizaron algunas labores de enseñanza, pero finalmente hacia los años 60, acabaron abandonado de forma definitiva el proyecto de un nuevo Convento.
Hoy del primitivo convento solo sobrevive la Iglesia, y se puede ver en el atrio la puerta de piedra labrada que comunicaba con el Convento. Además, dos de las casas de la Calle Juan Carlos I, eran la hospedería del Convento dónde se alojaban visitantes o viajeros de paso. Perviven unos preciosos y sorprendentes azulejos de la antigua cocina, en lo que hoy es un domicilio particular. Y finalmente, como curiosidad, el pozo de sillares de piedra que estaba en el patio del convento, fue desmontado y ahora se encuentra en un pequeñito jardín junto a la Ermita del Cristo, en la ubicación que se señala como “punto adicional”. Sobre el pozo, sigue forjado en hierro el emblema de los Servitas desafiando al tiempo.
El caché:
Se trata de un nanocaché, solamente con un pequeño libro de visitas, por lo que es necesario traer lápiz para firmar. La dificultad del caché deriva de la complicación para unas precisas coordenadas, su tamaño y ubicación, y la cantidad de geomuggles que suele haber, ya que es el centro del pueblo.
No obstante, y ya que el “terreno” es muy sencillo, hemos querido dar un toque de dificultad, por lo que agradeceríamos no subir fotos spoiler ni dar pistas para su localización.
Los viernes por la mañana hay mercado municipal, por lo que es un día especialmente lleno de geomuggles.
