
Astérix el Galo (en francés, Astérix le Gaulois) es una serie de historietas cómicas creada por René Goscinny (guion) y Albert Uderzo (dibujo), aparecida por primera vez el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote.
Traducida a multitud de idiomas (incluyendo latín y griego antiguo), está disponible en otros muchos países, lo que la convierte probablemente en la historieta francesa más popular del mundo y en la más popular del ámbito francófono, junto a la belga Tintín.
Astérix vive alrededor del año 50 a. C. en una aldea ficticia al noroeste de la Galia, la única parte del país que no ha sido conquistada aún por Julio César, también personaje de la serie. La aldea está rodeada por cuatro campamentos romanos: Babaórum, Acuárium, Láudanum y Petibónum. A este respecto, hay que citar la característica introducción de todas las historietas:
Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor...
La resistencia de estos aldeanos se debe a la fuerza sobrehumana que adquieren tras beber una poción mágica preparada por su druida Panorámix. Muchos libros de Astérix tienen como trama principal el intento del ejército romano de ocupar la aldea y evitar que el druida prepare la poción o de conseguir algo de ella para su propio beneficio. Estos intentos son frustrados siempre por Astérix y Obélix. Otros aldeanos importantes son Asurancetúrix (el bardo), Abraracúrcix (jefe de la aldea) y su esposa Karabella, Ordenalfabetix (el vendedor de pescado), Esautomátix (el herrero), Edadepiédrix (el más viejo de la aldea) e Idéfix, el perro de Obélix. Hay otros muchos personajes recurrentes en la serie, como los piratas, los comerciantes fenicios o Cleopatra.
Un elemento clave para el éxito de las series es el hecho de que contiene elementos cómicos para lectores de distintas edades: a los niños suelen gustarles las peleas y otros gags visuales, mientras que los adultos suelen apreciar las alusiones a la cultura clásica, las figuras contemporáneas y los juegos de palabras.
Cuando vinimos al Pardo por primera vez nos vinieron recuerdos de los comics de Astérix ya que pudimos observar los jabalíes andando a sus anchas y sin ningún tipo de temor a los humanos (a los que se acercan incluso para que les den de comer). Ésto que ahora parece tan normal antes era impensable, bien lo saben los amantes de la cinegética. Últimamente se ha visto en la televisión que en Las Rozas de Madrid y alguna localidad de Cataluña se acercan grupos de estos animales a comer de las basuras. Por suerte en El Pardo están protegidos y acotados. Todos los que alguna vez habéis leído sus cómics, o visto sus películas, sabéis que los jabalíes son la dieta básica de nuestros amigos los galos.

Este caché esta dedicado al jefe de la aldea, así que hablemos un poco sobre Abraracúrcix:
Ser jefe te coloca en una situación privilegiada, sobre todo cuando se trata de liderar los destinos de la única aldea gala capaz de resistir ahora y siempre a las legiones romanas.
Custodiado por grandes guerreros como son Astérix y Obélix, atiborrados como nadie de poción mágica, podríamos pensar que la labor de Abraracúrcix es sencilla. ¡Nada de eso! Más de una vez, nuestro jefe ha tenido que hacer frente a grandes adversidades y a la competencia, y en numerosas ocasiones ha sabido demostrar que no era un «quinto» (¡aunque esta idea nos haya proporcionado uno de los gags más irresistibles de René Goscinny! Véase la página 6 de Astérix en Helvecia).
¡Y no mencionamos aquí las reiteradas caídas del escudo, ni los acerbos comentarios de Karabella a su «cerdito» cuando le hace rabiar alardeando del éxito de su cuñado! Más bien pensamos en sus momentos de bravura: venciendo en un épico combate entre jefes, desafiando a esos belgas que se jactaban de ser los más valientes, haciendo frente a la competencia de Ortopédix o resistiendo a una espantosa cura en El escudo arverno. Abraracúrcix siempre se ha prestado para defender el honor de su aldea, véase de la Galia entera.
Era lo que faltaba para que algunos le vieran como una ostensible figura galiana, por ello los autores se han divertido ofreciéndole una rueda de prensa (leer en Astérix y lo nunca visto) que no deja de recordarnos a las que daba el famoso general, en aquel momento al mando de la Galia versión años 60...