En el año 2010 se llevó a cabo una de las obras más demandadas por los lorquinos, la supresión del peligroso paso a nivel de la Avenida Santa Clara. Posteriormente se convocaron unas jornadas de arte urbano, durante las cuales se pintó uno de los muros con spray. ¿Arte urbano? ¿Vandalismo? La polémica está servida. Pero todo depende siempre del color con el que se miren las cosas.
Actualmente se produce un curioso contraste entre el viejo Puente de Hierro y el Convento de Santa Clara donde residen monjas de clausura, y las coloridas muestras de arte urbano y graffitis a solo unos metros.