
Desde su aparición hace casi 200 años, la locomotora de vapor ha sido una de las máquinas más admiradas de cuantas han funcionado. Sin duda, permanece en el inconsciente colectivo de la humanidad como símbolo fundamental de la Revolución Industrial.
La locomotora Victoria fue construida por Hawthons & C. de Leith en Gran Bretaña en 1867. Formaba parte de un pedido de cuatro locomotoras adquiridas para uno de los primeros ferrocarriles de vía estrecha en nuestro país, el ferrocarril de Buitrón a San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva, cuyo principal cometido era el transporte de mineral
La factoría inglesa envió cuatro máquinas que fueron bautizadas como Victoria, María Teresa, Sotiel y Beas. Dos de ellas fueron desguazadas en 1953 y otra en fecha indeterminada. Victoria fue la primera locomotora de las 19 que cubrieron aquel trayecto de aquel primer ferrocarril construido en Huelva, en el que estuvo prestando servicio hasta su cierre en el año 1969, siendo ya propiedad del Estado bajo la administración de Feve.
Una vez clausurado el Ferrocarril, un alto cargo de la línea trasladado a Valencia, se llevó dos de las locomotoras que sobrevivieron, las número 1 y 19, llamadas Victoria y Rella. Ambas estuvieron en las instalaciones de Feve en Torrent durante muchos años hasta que, en malas condiciones de conservación, fueron vendidas a un chatarrero de la localidad de Silla.
El Ayuntamiento de Murcia tenía entre sus objetivos adquirir una locomotora de vapor para ponerla en alguna zona relevante de la ciudad. Si bien se estima que la máquina llegó a Murcia entre los años 1994 y 95, lo cierto es que tras su transporte no se realizó intervención alguna, quedando a la intemperie y acrecentando el deterioro que ya traía.
En 2002, la Asociación Murciana de Amigos del Ferrocarril inicia contactos con el Ayuntamiento para recuperarla. No fue sino hasta 2006 cuando se consigue un compromiso de restauración por parte del Ayuntamiento trasladándose la “Victoria" en 2008 al Centro de Formación e iniciativas de empleo de El Palmar (Murcia), donde se inició la restauración con el asesoramiento de la Asociación Murciana de Amigos del Ferrocarril, cuya labor ha sido fundamental por los conocimientos y datos aportados.
Es finalmente una de las tres unidades de locomotora a vapor conservadas en Murcia, junto con la de Águilas y Los Alcázares, habiendo sido las tres restauradas y ubicadas en lugares públicos. Y cada cual con su caché.. :D