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El Cuento de Diego Herrero 5 Traditional Cache

Hidden : 4/21/2014
Difficulty:
3.5 out of 5
Terrain:
2 out of 5

Size: Size:   small (small)

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Geocache Description:


Capítulo quinto: Miguel

El silencio era absoluto, las gruesas paredes de la casa no dejaban pasar ningún sonido del exterior, la calle estaba desierta porque el sol apretaba fuera, era mediodía. Diego curioseaba la habitación con la mirada, recorría cada rincón en busca de algo que revelara cualquier información sobre la mujer, pero apenas había decoración aparte de una mesa burdamente construida hacía ya muchos años, el sillón donde ahora estaba sentado y una mecedora frente a la ventana. En una cesta de mimbre se amontonaban ovillos de lana de color crudo, agujas y parte de un sallo a medio tejer. Su imagen recortada en el quicio de la puerta debió resultar impactante para la anciana, pues solo con verle cayó al suelo hecho un ovillo de nervios, temblaba de una forma incontrolada hasta que Diego la recogió en los brazos y la llevó al sillón de la sala principal, resultaba asombrosamente ligera, tan solo piel y hueso bajo las ropas.

La mujer no paraba de mirar al chico con los ojos muy abiertos, estudiando cada facción de su rostro, cada movimiento de sus manos. Por fin recuperó la compostura y ofreció al joven lo poco que tenía –Puedo prepararte un cuenco de leche de cabra- dijo la mujer –también tengo unos higos o un poco de queso- Diego no había comido nada en horas, así que no rechazó las tajadas de tocino y el mendrugo de pan que le ofreció la anciana. Aunque de verdad lo que quería era aclarar todo lo que había sucedido desde que lo abordase en plena calle.

-Usted dijo que yo me llamaba Miguel, ¿con quién me confunde? ¿Tuvo alguna vez un hijo llamado así?- le preguntó en cuanto la anciana se hubo sentado a su lado. La señora miró a los ojos del chico durante incontables minutos, suspiró y empezó a hablar -si, así es, una vez tuve un hijo llamado Miguel, y por unos días, desde que te vi caminando por el pueblo, pensé que eras tú, y que habías regresado del mundo de los muertos a recogerme, pero ya veo que no es así- se tapó el rostro con las manos, avergonzada, y sollozó. –No llore, mujer, los años le habrán confundido- pero la anciana volvió a mirarle de una forma extraña, casi curiosa –yo me llamo Aurora, y si no eres mi hijo perdido, ¿qué es lo que te ha traído a mi casa?-

Diego miró absorto por la ventana, no sabía cómo explicárselo, lo haría de lo forma más sutil de la que fuera capaz -¿Conoció usted a una chica que desapareció hace años de este pueblo o de los alrededores?- La mirada de la anciana se ensombreció aún mas -¿has venido a reírte de mí, jovenzuelo?, ¿por qué quieres atormentar a esta pobre vieja? ¿acaso he hecho yo mal alguno a nadie en toda mi vida que merezca tus burlas?- Diego miraba boquiabierto, intentando responder mientras la mujer entraba en una cólera cada vez más evidente -¡Fuera de aquí!- espetó la anciana -¡márchate!- se había levantado de su asiento y apuntaba a la cara del joven con el bastón, incluso lanzó un golpe que el chico detuvo sin esfuerzo –Tranquila señora- rogó Diego -¿qué le he dicho yo para que se enfade así?- Aurora seguía haciendo ademanes con el bastón, despeinada, gritando palabras inconexas -¡todo el mundo lo sabe! ¡Todo el pueblo, pero nadie quiso ayudarme!- hasta que el chico, sobrepasado por la situación se lo dijo -¡soñé con ella, pedía mi ayuda, encontré sus huesos escondidos cerca del pueblo y entendí en una de sus visiones que usted sabría algo!- Esa frase fue como un cubo de agua sobre una cerilla encendida, la anciana quedó inmóvil. Apenas en un susurro la anciana dijo –la mató él, a los dos, a mis dos niños, y después huyó como una rata- ¿Quién los mató, Aurora? Ayúdeme a resolverlo porque voy a acabar volviéndome loco…yo también- estas últimas dos palabras entristecieron aun más la cara de la mujer. –Pregunta a tu amigo José- fue todo lo que dijo la anciana antes de abrir la puerta para que Diego se fuera, ya había tenido suficiente, su cuerpo agotado no soportaba ya mas emociones, así que el chico se acercó a ella, no supo por qué, pero la emoción embargó al joven, era tal la ternura que sentía por aquella mujer que, empapado en lágrimas se acercó y la besó en la mejilla, le dio un abrazo prolongado y le juró que resolvería lo sucedido. Ella sonrió por primera vez en décadas, y le susurró al oído –Diego era el nombre de mi padre, chico, y Herrero la profesión de mi suegro, tu padre no se llamaba así, yo le puse nombre, se llamaba Miguel y era mi hijo, tú eres su viva imagen. Ya me contarás que ocurrió aquí-.

Cuando Diego regresó a casa ya era tarde, José había dejado bien guardadas a las ovejas y se había marchado a su casa. Se sentó en un taburete con el asiento cubierto con piel de cabra, cenó un par de jirones de carne seca y se acostó. Esa noche volvió a soñar, la chica corría asustada en la oscuridad esquivando piedras y romeros. Unos pasos iban tras ella, cada vez más cerca, podía oír la respiración del perseguidor, llena de rabia, iba dejando tras de sí una estela de vaho empapado en vino. La chica pedía auxilio, gritaba un nombre aunque no lo entendió, la muchacha estaba ya muy cerca de un gran caserón cerca del pueblo, casi había llegado a la valla, a la salvación de algún vecino de sueño ligero, pero tropezó y cayó de bruces en el barro. Cuando intentó levantarse notó un pié en la espalda, solo escuchaba el forzado jadeo del atacante, su cara era familiar para Diego aunque sus proporciones estaban descompensadas, brazos muy largos y gruesos, anchísimas espaldas, y unas piernas delgadas y encorvadas– No me hagas nada Julián, no te enfades conmigo, no es culpa mía- pero aquel chico no atendía a razones, el vino y la rabia atenazaban su, ya de por sí, estrecha razón, un ladrillo se levantó del suelo para caer con fuerza, rompiendo, silenciando la noche.

 

El Caché:

Este es el quinto de una serie de seis caches normales y un mistery final. Para acceder a las coordenadas finales del séptimo trendreis que apuntar el número y la letra que hay escritos en cada uno de los log books que completan la serie. 

Os aconsejo que hagais la serie en orden, y leyendo cada capitulo antes de su busqueda, ya que hay pistas en el texto que os ayudarán.

Ha costado bastante trabajo la fabricación de los contenedores, ya que son todos miméticos con camiuflajes hechos a mano. Espero que los disfruteis y los mantengais todo lo posible, tratarlos con cuidado y dejadlos exactamente como los encontrasteis, por favor. 

En esta serie agradecería que se logearan pronto los DNF o No Encontrados, para poder reponerlos en cuanto me sea posible y que no quede interrumpido el mistery.

Additional Hints (Decrypt)

N enf qr fhryb

Decryption Key

A|B|C|D|E|F|G|H|I|J|K|L|M
-------------------------
N|O|P|Q|R|S|T|U|V|W|X|Y|Z

(letter above equals below, and vice versa)