
El Real Monasterio de Santa Maria del Puig está fundado sobre la colina frente a la cual estaba el castillo de Enesa, una fortaleza musulmana que estos abandonaron en su huida a Valencia ante la llegada del Rey Jaime I en el año 1237. Cuenta la leyenda que mientras los cristianos guardaban el castillo esperando la llegada del rey, San Pedro Nolasco encontró en esta colina, y bajo una campana, un icono esculpido en piedra de la Virgen bizantina de Nuestra Señora de los Angeles. Cuando fue presentada al rey, este encomendó a la Orden de la Merced la construcción de una pequeña iglesia o capilla para que la imagen quedase allí custodiada. En 1240 se terminarón las obras y hacia el 1300 las tierras pasaron a manos de Roger de Lauria, quien comenzó las obras de la iglesia para acomodar mejor a los fieles que abarrotaban la capilla original y que finalizaron en 1340. De la capilla original sólo queda la portada que fue trasladada hasta su actual emplazamiento. En la actualidad se pueden distinguir tres elementos: El Convento, que es la residencia de los religiosos, el Santuario o Iglesia de la Patrona de Valencia, que aún conserva la imagen hallada y el Museo de la Imprenta y la Obra Gráfica. El monasterio, de planta rectangular y rodeado de torreones, se empezó a construir en 1588. Ocupa unos 4000 metros cuadrados y es de estilo escurialense. Construido en mampostería con piedra de rodeno (rojiza) y sillares de refuerzo en las esquinas. Fue declarado Monumento Historico Artistico Nacional en 1969 y se puede visitar de martes a sábado a las 10h, 11h, 12h, 16h y 17h según información extraida de la pagina web del monasterio.
Sobre el cache
Contenedor micro, sólo contiene logbook. Imprescindible llevar máquina de escribir, pluma de ganso y tintero, pluma estilográfica o trozo de árbol muerto con núcleo de grafito afilado. Este es un caché sencillo, facil y tradicional, no es necesario rondar por la zona levantando sospechas ni levantar piedras ni agacharse debajo de ningún banco. Sólo hay que sentarse en el sitio apropiado (no en el suelo!) y tras cerciorarse de que nadie nos mira extraer el contenedor de su escondite y firmar en el libro de registro. Por favor sea discreto a la hora de devolverlo a su sitio y dejelo exactamente como lo encontró.