Vía de la Gasolina
Esta línea nace de la necesidad. En 1958 las autoridades se dan cuenta de que Barajas necesita un método eficiente para trasportar las grandes cantidades de combustible que demandaba la incipiente industria de la aviación en España. Para ello diseña esta línea, de vía única y no electrificada, cuyo objetivo único era el de conectar con la red ferroviaria los grandes depósitos de Campsa (Actualmente CLH) del barrio de Barajas y que surten de combustible al aeropuerto. Inaugurada en 1966 tuvo una vida efímera ya que 21 años después (en 1987) fue clausurada en medio de una intensa presión vecinal, suprimiéndose el suministro de combustible por ferrocarril al inaugurarse el oleoducto de conexión con el aeropuerto.
Desde entonces, y hasta casi 20 años después, fue nido de alimañas, basura y desperdicios al permanecer la traza en un estado de completo abandono. En 1982 se proyectó su electrificación para dotar de un acceso ferroviario al aeropuerto con el que poder trasladar a los visitantes que acudían a Madrid con objeto de ver el Mundial de fútbol pero el proyecto, como tantos otros en nuestra ciudad, durmió el sueño de los justos.