Los restos de la construcción de la basílica paleocristiana de San Pedro Alcántara son pobres, pero están cerca de una bonita playa poco frecuentada. Se puede aparcar allí mismo y dar un paseo por la zona. Cuando llegues a las ruinas, verás que yendo a la playa hay una zona de árboles a mano izquierda, allí había un eucalipto enorme que fue cortado, pero cuyas raices y parte inferior del tronco siguen allí, y que esconde un tesoro.