“De Bretó a Bretocino poco trecho y mal camino”. Este dicho que en un principio puede sonar algo extraño, se escuchaba mucho entre los habitantes de la zona. La explicación es bastante sencilla: A pesar de que Bretó y Bretocino son dos pueblos que se encuentran tan cerca, pues solo un río los separa, para poder ir de uno a otro, hasta 2002, era necesario cruzar el Puente de Quintos, por lo que había que recorrer una distancia de aproximadamente 40 kilómetros.
Es paradójico como dos pueblos geográficamente tan cercanos estuviesen a la vez a tanta distancia… Sin embargo, en el años 2002 con la construcción del puente, por fin ambas zonas quedaron comunicadas sin la necesidad de dar ese rodeo tan grande y así, ese pueblo tan “desconocido” dejó de serlo para sus habitantes.
Sobre el caché:
Se requiere material de escritura.
IMPORTANTE tener en cuenta que para llegar al caché se necesita entrar en el pueblo y tomar el camino que lleva al puente, pues en la carretera no hay sitio para parar.