La llamada Ermita de la Consolación, dedicada a la patrona de Forcall, se encuentra a poca distancia de la población hacia el este, levantada sobre una loma a 400 m de altura, privilegiado emplazamiento desde donde se goza de unas impresionantes vistas de la comarca con los ríos Calders, Cantavella y Morella que a sus pies se unen para formar el Bergantes. Se llega a ella partiendo de la carretera CV-124, que entra a la villa desde la CV-14 que viene de Morella, en el punto marcado por la Capilla de la Consolacioneta, frente a la cual nace un empinado camino empedrado trazado en zig-zag y flanqueado por cipreses. También puede utilizarse una pista accesible para vehículos que arranca de las afueras del pueblo.
La devoción a la Virgen de la Consolación es antigua en Forcall pues ya en 1533 se documenta su culto en este lugar, donde existía una pequeña capilla o más probablemente una especie de casalicio. Su origen podría estar en la influencia ejercida por el convento mariano de Agustinas de la localidad turolense vecina de Mirambel. Se sabe que en 1624 ya tenía ermitaño –cargo que se ejerció hasta 1936–, al cuidado de una primitiva capilla, aunque el templo actual fue levantado en 1783.
La ermita es una construcción de mampostería con refuerzos de sillares, que a lo largo de su historia ha sufrido diversas reformas y ampliaciones, encontrándose hoy en buen estado. Se abre frente a una explanada en la que hay una fuente fechada en 1959, y tiene adosada la vivienda del ermitaño, de dos plantas, formando ángulo recto con el presbiterio con el que está comunicada. En esta zona aún pueden verse vestigios del templo primitivo. La cubierta es de tejas a dos aguas con espadaña en el hastial de los pies y ventanas rectangulares bajo el alero. Los paramentos están reforzados por altos contrafuertes escalonados entre dos de los cuales del lateral derecho se abre la portada, que es adintelada con molduras de piedra y una hornacina sobre ella que alberga escultura de la titular.
El interior es amplio, de unos 30 m de largo por 11 de ancho, con decoración rica y elegante. La nave está cubierta por bóveda de cañón, tiene coro alto a los pies y presbiterio poligonal que resalta al exterior. Posee altares laterales entre los contrafuertes, dedicados a santos y advocaciones marianas. En el altar mayor, profusamente ornado al gusto barroco, se venera la imagen de la Virgen de la Consolación, talla estante con el Niño en su brazo izquierdo y un ramo de azucenas en la mano derecha.
Los forcallanos visitan el ermitorio el sábado de fiestas, realizándose la novena a la Mare de Deu y la procesión de las antorchas y el lunes de Pascua, cuando tradicionalment se come la mona.