La calzada de La Loma es un antiguo camino de entrada y salida de Castro-Urdiales. Se desconoce su antigüedad barajando dos posibilidades, la primera es que se trate de la calzada romana Pisoraca-Flaviobriga que unía la antiquísima colonia romana Flaviobriga, actual Castro-Urdiales, con la meseta castellana. La segunda opción es que se trate de una calzada medieval que servía para dar salida al mar los productos de Castilla. Hay una tercera opción, y es que sea ambas cosas, es decir, que la calzada medieval se haya construido sobre la romana reparándola y ampliándola.
En el lugar llamado "Los Cuadros", se conservan, como pétreos testigos del pasado, los restos de la antigua calzada. Sus vetustas piedras evocan el tránsito de caminantes y mercancías, carros y recuas. Los viajeros, que recorrían los fragosos caminos de estas tierras, encontraron guía y alivio al pisar los sólidos cantos del pavimento. La firmeza del suelo atenuó el esfuerzo de los animales que cargados de mercancías o tirando de carretas salvaban las empinadas cuestas. Las cicatrices de las rodadas han quedado impresas en el suelo, como indelebles testimonios del persistente paso de las ruedas.
Los cantos alisados por su cara vista se disponen transversales al eje de la calzada. En el centro y los lados, se colocan longitudinalmente para formar,respectivamente, el eje y los márgenes del camino. La factura del empedrado de La Loma que hoy contemplamos procede de época moderna, lo que no descarta que la traza del camino pueda ser más antigua e incluso alcance el periodo romano. Castro-Urdiales fue, también, una población relevante durante las edades Media y Moderna, que mantuvo un activo tráfico marítimo y terrestre. El uso intenso del camino con la Meseta y las duras condiciones climáticas causarían su frecuente deterioro, por lo que las labores de mantenimiento y reparación fueron habituales. El paso del tiempo transformaría su hechura primitiva que acabaría adoptando el aspecto de los caminos empedrados de los últimos siglos.
La historiografía remonta el origen de este camino hasta la época romana, asociando a la vía, conocida a través de numerosos miliarios, que conducía desde Flaviobriga (Castro Urdiales) hasta Pisoraca (Herrera de Pisuerga, Palencia). Un plano, realizado en 1908, dibuja el recorrido entre La Loma y el puerto de Las Muñecas. La vía saldría de la colonia romana por el trayecto de la calle La Calzada, que mantendría este topónimo del que hay referencia documental del año 1415, pasaría por La Loma, atravesaba el valle de Otañes, alcanzaba el lugar de Rucalzada, ascendía el Monte de Los Retornos, salvaba Las Muñecas (490 metros de altitud) y se dirigía hacia la Meseta a través de Sopuerta, Valmaseda y el valle de Mena.
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La vía Pisoraca-Flaviobriga
El esplendor de la colonia Flaviobriga, fundada por los romanos durante el siglo I d.c. en el lugar que hoy ocupa la villa de Castro-Urdiales, estuvo estrechamente relacionada con las vías de comunicación que la unían con el resto del Imperio.
El principal nexo de comunicación por vía terrestre lo constituía la vía Pisoraca-Flaviobriga, que enlazaba Castro-Urdiales con la localidad palentina de Herrera del Pisuerga. A través de esta vía estaba garantizada la comunicación con los territorios de la Meseta y del valle del Ebro, pero también con lugares más allá de los Pirineos, ya que el tramo que ascendía desde Flavióbriga a la Meseta, a través de las Encartaciones y el valle de Mena, enlazaba con el trazado de la calzada ab Asturica Burdigalam (de Astorga a Burdeos).
El trazado de la vía se conoce gracias a diferentes testimonios arqueológicos, toponímicos y epigráficos que han llegado hasta nosotros. Se conservan tramos empedrados en diferentes partes del trazado como Valmaseda y Sopuerta, y abundan también los lugares que llevan el nombre de "calzada" en recuerdo de la antigua vía. Los testimonios epigráficos son muy abundantes. Se trata de miliarios, cipos de piedra utilizados para marcar distancias, de los que se conocen una docena procedentes del espacio comprendido entre Otañes y el Puerto de las Muñecas. Estos elementos fueron mandados colocar por emperadores como Tiberio, Nerón, Domiciano, Quinto Decio Maximinio II, responsables de la construcción y reconstrucción y reparación de la calzada entre los siglos I y IV d. C..
La conexión con el orbe romano mediante esta vía y mediante el mar, a través del puerto de la colonia, posibilitada la llegada a la colonia Flaviobriga de productos y mercancías desde todos los rincones del Imperio.
En el 2014 en unas obras de acondicionamiento de la calzada se encontró una moneda de 8 maravedís de cobre datada en 1642, en el reinado de Felipe IV "El pasmao".