La Plaza Sardoy es una plaza pequeña del casco antiguo de Murcia que no destaca por su belleza y pasa desapercibida entre los propios Murcianos. Sin embargo, se trata de una plaza cargada de historia. En los edificios de dicha plaza habitaron en el siglo XVIII, ilustres murcianos como el escultor Francisco Salzillo, o Baltasar Sardoy, de quien toma la plaza su nombre. Este último fue el arrendatario de los Molinos del Matadero, que fueron en su época el mayor complejo de molienda de grano de Europa, y estaba situado donde hoy se encuentra el Museo Hidráulico Molinos del Río Segura.
Como cabe sospechar, antes de Baltasar Sardoy la plaza tenia otro nombre, se llamaba Plaza de la Sinagoga. Esto se debe a que durante la Edad Media, cuando la ciudad estaba bajo dominio musulman, dicha plaza era el centro de la judería de la ciudad, y en ella se encontraba la Sinagoga. Este barrio se encontraba dentro de la parte amurallada de la ciudad, en el extremo Este, desde donde se podía acceder al exterior por la llamada Puerta de Orihuela.
Murcia se convierte en una ciudad musulmana bajo protectorado cristiano en 1243. A pesar de ello, a la ciudad se le proporcionó cierta autonomía de gobierno mediante el llamado Tratado de Alcaraz, que fue firmado por el rey Afonso X de Castilla. Sin embargo, con el paso de los años el rey castellano dejó de respetar algunos puntos de dicho tratado lo que provocó un aumento paulatino del malestar de la población musulmana, que desembocó en una rebelión, en el año 1264. Ante esta situación, el rey Alfonso X pidió ayuda a su suegro Jaime I de Aragón que acudió con sus ejércitos y penetro en la ciudad por la mencionada Puerta de Orihuela, presentandosele la primera batalla, y una de las más decisivas, en la Plaza de la Sinagoga.
La sublevación fue sofocada, y aunque la ciudad paso definitivamente a manos cristianas, la judería se mantuvo. Los judíos siguieron morando alrededor de esta plaza, hasta que dos siglos más tarde, en 1492, fueron expulsados del país por los reyes católicos. No obstante, como se ha dicho, el nombre de la plaza se mantuvo hasta el siglo XVIII cuando fue rebautizada como Plaza Sardoy.