Ruta del embalse de Castrogudín a Fontefría.
Si partimos de Vilagarcía de Arousa, nos dirigiremos al final de la avenida de las Carolinas, donde veremos una rotonda con una escultura de unas manos impresionantes por su tamaño, homenaje a los voluntarios del Prestige. En esta rotonda tomaremos la antigua carretera a Caldas del Rey (PO-305). Una vez pasadas las últimas casas, en el comienzo de la subida al puerto, tomamos a la izquierda la desviación que nos lleva hasta la población de Castrogudín, en la que nos encontraremos en su plaza con una interesante fuente con crucero.
Cruzamos la población y próximo a ella nos encontramos con el embalse de Castrogudín o embalse del río Con (encoro do Con). Se trata de una pequeña masa de agua, que recoge las aguas del río Con, y sirve para abastecer a Vilagarcía, en un bello paraje en el que la vegetación llega hasta la misma orilla. Abundan los robles, tojos, pinos, eucaliptos y helechos. El lugar invita a ser recorrido y contemplado.
Desde el embalse parte la senda, perfectamente señalizada mediante postes y tablillas de madera, que nos llevará hasta Fontefría. El recorrido desde el inicio es ascendente, alternándose leves subidas, con tramos de mayor pendiente. La abundancia de la vegetación hace que el trayecto pueda ser distendido y nos permita ir observando los muchos detalles con los que nos podemos encontrar. Cruzaremos varios regatos y pasaremos junto un gran pilón en el que nos podremos refrescar. Tendremos siempre como referente en lo alto del monte los molinos eólicos, que cada vez irán pareciendo más gigantes.
A medida que ascendemos las vistas del valle son más amplias y podemos observar , el embalse, Castrogudín y Vilagarcía. Una vez arriba, podremos reponernos del camino andado, sobre todo si hemos sido previsores y hemos acarreado unas buenas viandas, ya que nos encontramos con una zona ideal para el descanso, con mesas de piedra y barbacoas en un lugar idílico en el curso alto del río, con senderos que lo atraviesan con pequeños puentes de madera. Por supuesto no podemos dejar de ver la fuente que da nombre al lugar, aunque es una lástima su ubicación tan próxima a la carretera. Carretera que puede ser una alternativa para quien no pueda, o quiera, recorrer la ruta a pie.
Desde este punto podremos conocer el entorno, acercarnos a ver los molinos eólicos en primer plano, o dirigirnos hasta el monte Xiabre.
O ecosistema fluvial do río Con e o encoro.
En lo ríos, el fluxo continuo, provoca un transporte augas abajo de los elementos erosionados, que se van sediementando segun su tamaño al disminuir la corriente.
Como consecuencia, la distribución de los sedimentos forman un mosaico de pequeños ambientes que permiten el establecimento de comunidades de plantas y animales muy diferentes.
Aguas abajo las diferentes comunidades de organismos utilizan y transforman continuamente la enerxia que reciben de los tramos superirores. Así la principal fuente de energía de los ríos proviene del ecosistema terrestre adyacente, en forma de hojas y ramas que caen al canal, y solo una pequeña parte procede de los restos vegetales y animales que crecen en el propio río. Los organismos descomponedores (bacterias y hongos) preparan estes materiales para ser utilizados por los polos desmenuzadores: pequeños invertebrados (especialmente larvas de insectos) que destruyen y disgregan la materia orgánica transformandola en partículas finas (MOPF). Estas partículas constituyen el alimento de los colectores, tanto de los filtradores, que obtienen esta materia filtrando el agua, como de los sedimentivoros o colectores de depósito, que aprovechan la fracción que se deposita sobre el substrato. Por otro lado, el perifiton constituye el alimento principal de los denominados raspadores de substrato que se alimentan masticandolo. Á su vez, todos ellos servirán de alimento a los predadores, grupo integrado por distintas especies de invertebrados, anfibios, aves y peces.
El río Con, aguas arriba del embalse, que corresponde al tramo alto, de fuerte pendiente, donde la continua erosión da forma a un canal estrecho, con grandes bloques y solo pequeñas zonas de acumulación de sedimentos; además la vegetación de ribera limita la entrada de luz solar, por lo que la temperatura del agua es baja y predominan los embriones y las algas. Los invertebrados son abuendantes, dominando los desmenuzadores. Además son frecuentes los anfibios y los alevínes de trucha común.
Los principales habitantes de las aguas del río son las fases juveniles de los insectos y otros pequeños invertebrados. Generalmente son difíciles de ver, porque sus colores son poco llamativas y los camiflan con el fondo; por eso es necesario acercarse y voltear alguna piedra para encontrarlos y darnos cuenta de la diversidad que habita en sus aguas. Cada uno de ellos tiene especializaciones corporales para resistirse a la velocidad de la corriente, para respirar, para alimentarse, etc. Una gran cantidad de formas, tamaños y preferencias ecológicas que posivilitan que todos ellos cmpartan el mosaico de mirohábitats que componen el lecho del río y sus margenes.
La mejor época para descubrir la fauna de las aguas del río do Con es de primavera a otoño, pues esta es la época de mayor actividad de muchos anfibios, y es facil ver a los adultos de los insectos acuaticos volando por las orillas.
En las aguas estancadas del embalse o en los remansos del río, es facil ver a los zapateiros delizándose sobre la superficie del agua, y también las notocentas o barqueiros, que viven sumergidas, boca arriba, y emergen periodicamente a la superficie. En el embalse se encuentra el hábitat idóneo para el desarrollo de muchos anfibios, como el Tritón jaspeado (Triturus masmoratus), el Tritón ibérico (Lissotriton boscai), la rana patilonga (Rana iberica), y la rana verde (Pelophylax perezi). En el río podemos encontrar también una joya de la fauna autóctona, la salamandra rabilonga(Chioglossa lusitanica). Si visitamos el embalse de noche durante la época reproductora de la salamandra (Salamandra salamandra) y el sapo común (Bufo bufo), encontraremos numerosos anfibios que se acercan al agua.
La vegetación de la orilla conecta el río con el ecosistema terrestre y tiene una función clave en el funcionamiento del ecosistema acuatico. Influye en el control de entrada de energía al río, bien a través de acercar los restos vegetales (fuente de alimento de muchos invertebrados), o a través de la regulación de la iluminación (controlando el crecimiento de las plantas) y de la temperatura (limitando las oscilaciones térmicas que regulan los ciclos biológicos, y influyendo en la solubilidad de los gases en el agua, especialmente del oxigeno). Filtra muchas sustancias contaminantes, alivia de las heladas y sujeta el suelo, controlando la erosión, manteniendo la forma del canal y reduciendo la colmatación de las pozas y remansos o el taponamiento de las zonas de remonte de los peces. También ofrece refugio tanto a los organismos acuáticos, a traves de las raíces, como a los adultos voladores de los insectos.
La totalidad del bosque de ribera funciona como un corredor biológico, facilidando la mobilidad de las especies y el intercambio genético entre poblaciones aisladas.
En el río Con, la vegetación de orilla incluye alisos (Alnus glutinosa) y sauces negros (Salix atrocienerea), pero también laurel (Laurus nobilis), robles (Quercus robur) y, ocasionalmente, alcornoques (Quercus suber); entre los arbustos encontramos el tojo arnal (Ulex europaeus), silvas (Rubus sp.), y hiedras (Hedera helix). Con todo, el aspecto y composición del bosque de ribera en la mayor parte de la cuenca presenta una gran intervención humana y los cultivos de eucalipto y pinos llegan al borde mismo del río.
En el canal abundan los briones, tapizando las piedras, así como los helechos de diversas especies, y las plantas superiores como el característico y abundante nabo del diablo (Oenanthe crocata).
El cache número 12 de esta ruta es un bonus-mystery, para su resolución, es necesario completar la ruta apuntando las pistas que se encuentran en diferentes caches de esta y sustituirlas en la formula del cache número 12.