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Un lugar pequeño de gente muy grande.
Es un pequeño municipio de la provincia de Salamanca, ubicado al centro sur. Pertenece a la comarca de Sierra de Francia.
En su término municipal están ubicadas las localidades de Nava de Francia (principal, 108 habitantes) y El Casarito (30 habitantes, es mucho más conocido por los salmantinos que la propia Nava de Francia, pues tiene las principales empresas del municipio, como bares, restaurantes, camping, talleres mecánicos... y además está situado en la carretera principal de acceso a la Sierra).
Las fiestas patronales son en honor al Santo Cristo y se celebran del 18 al 20 de agosto.
Nava ("tierra sin árboles y llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas"), a la que el topónimo alude a la montaña sagrada de los serranos: la Peña de Francia, que se divisa desde todos los rincones de la localidad.
A pesar de enclavarse en la comarca, no comparte las características que define esta zona, ni en su arquitectura, ni en sus tradiciones, ni en su lenguaje.
Nunca fue un pueblo de gran índice poblacional (llegó a tener 450 habitantes a medidos del siglo pasado). Ahora espera la vuelta de tantos hijos del pueblo que, sobre todo en la década de los 60, hicieron sus maletas en busca de mejores condiciones de vida. Precisamente, las casas nuevas de estos emigrados, que regresan al pueblo en fines de semana o durante periodos vacacionales, contrastan con las viejas construcciones, muchas de ellas abandonadas y en estado de ruina, lo que intensifica una estructura del casco urbano muy dispersa, dividido en dos barrios, arriba y abajo.
Las fiestas de interés son las fiestas de verano en honor al Santo Cristo, San Blas, el Perrero (interesante fiesta celebrada el 31 de diciembre), las Candelas, los calbotes (31 de octubre) y los Reyes Magos, entre otras.
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