HISTORIA
La primera muralla medieval de Segovia se levanta de finales del S.XI a principios del S.XII y se trataría de una cerca construida con cierta urgencia para defender la ciudad tras su reconquista por Raimundo de Borgoña. La Puerta en la que nos encontramos ya es citada en 1122 denominándose "de Rodrigo Ordóñez". Por aquel entonces, la Puerta contaría con un único piso que alcanzaría el adarve de la muralla y, sobre él, se elevaría una torre caballera que sobresaldría por los flancos dirigidos hacia la ciudad, todo ello rematado con almenas.
La muralla que hasta nosotros ha llegado se construiría a finales del S.XII-S.XIII. Entre 1247 y 1290, la puerta pasa a llamarse de Santiago haciendo referencia a la cercana iglesia de Santiago, desaparecida en 1836.
Durante el resto de la Edad Media, la puerta mantiene su estética y se conserva documentación sobre partidas económicas destinadas a su reparación. Será al final de este período cuando se adose la torrecilla circular que se aprecia hacia el interior y cuya finalidad no está muy clara.
Por aquí accedían a la ciudad los viajeros procedentes de Medina del Campo o Arévalo y comunicaba la ciudad intramuros con el Arrabal de San Marcos, la Fuencisla o la Veracruz.
La puerta se localiza en un cortado casi inaccesible y es "englobada" por la muralla formando un quiebro. Potenciando su inexpugnabilidad se dotó de una buhedera aspillerada y volada sobre el acceso que permitía arrojar líquidos y objetos. Completaban su defensa dos puertas de dos hojas en los extremos, un rastrillo intermedio (que se bajaba y se izaba) y un cuerpo de guardia (popularmente conocido como "bodegón"), abierto en el muro septentrional, posteriormente tapiado y donde se ubican tres saeteras que permitían el control del paso y evitaban ángulos muertos por los que pudieran aproximarse los potenciales enemigos.
La reforma definitiva de la torre se acomete a finales del S.XVI, dirigida por el insigne arquitecto Francisco de Mora y transformará su aspecto de forma sustancial, desapareciendo su imagen medieval y su fuerte carácter defensivo en favor de una finalidad fiscal y habitacional.
La fachada orientada a la ciudad se concebirá en torno a un arco de medio punto delimitado con sillares almohadillados y dovelas de piedra. Sobre él se planificó un espacio pictórico enmarcado entre yeserías manieristas. El resto de la fachada se revistió con un mortero de cal que se ornamentó con un fino esgrafiado de puntas de diamantes.
Los paramentos se prolongaron en altura. Ello implicó que se demoliese la torre caballera y se sellaran los merlones y las almenas.
Si bien en origen, la torre no contaba con techumbre, en 1666 la estructura ya estaba cubierta por un tejado a cuatro aguas.
El estado de la puerta en 1820 era tan ruinoso que el Ayuntamiento determina su demolición que, afortunadamente, no llega a ejecutarse algo que también sucede en 1883.
Tras una década de abandono, el Consistorio entrega a la Junta de Socorros la puerta de Santiago para que se destine a Refugio para Pobres. Y es que muchos indigentes habían sido expulsados de las cuevas en las que habitaban en los valles colindantes por su insalubridad.
El arquitecto municipal F. J. Cabello Doredo dirigirá, entre 1938 y 1952, una profunda intervención en el acceso a la muralla y en la propia torre, habilitando como vivienda la planta primera. Este espacio será cedido como estudio al pintor Santos Sanz.
La adaptación conllevará una actuación contundente, pero que no afectará sustancialmente al concepto de espacio y de volumen. Tampoco las reformas de la segunda mitad del S.XX afectaron en demasía a la concepción del espacio interior y en nada al aspecto exterior.
El cuerpo de guardia o "bodegón"
Este reducido espacio corresponde a un cuerpo de guardia, un puesto de vigilancia construido en el espesor del muro de la Puerta de Santiago, acceso de la muralla de Segovia al menos desde principios del siglo XII.
Actualmente aparece como una construcción subterránea, pero en realidad se encuentra al nivel de la calle, con la que se comunicaba a través de una puerta situada en este mismo punto y las tres estrechas ventanas, saeteras o aspilleras, a su alrededor.
Como lugar concebido solo para la vigilancia y defensa del paso de la muralla presenta un difícil acceso desde la parte alta del edificio, con el que se comunica por unas inclinadas escaleras de mampuesto de piedra, cubiertas por bóvedas de ladrillo. Esta es la misma técnica con que se construyó toda la estancia, cuyas paredes se remataron con un recubrimiento de cal aplicado en bandas horizontales, como puede comprobarse en el muro del fondo de este espacio, a su izquierda.
El Cuerpo de Guardia, conocido también popularmente como "Bodegón", ha sobrevivido en condiciones muy semejantes a las que tuvo en su construcción primitiva. Su singular arquitectura ha sobrevivido a las radicales reformas que se acometieron en el resto del edificio. Es a finales de la Edad Media cuando la torre perdió su función militar y defensiva.
En el momento de su restauración se encontraba apenas accesible, repleto de escombros, con los vanos tapiados y las paredes cubiertas de una espesa capa de hollín, fruto de los fuegos encendidos en su interior durante las distintas etapas de utilización de este histórico espacio.
EL ARTE DE LOS TÍTERES EN ESPAÑA
Aplicación didáctica del trabajo con las marionetas
En 1956 pocos se planteaban que las marionetas pudieran utilizarse como un recurso educativo. Paco Peralta lo acomete en las clases de modelado que impartía en el Colegio Santa María de las Nieves de Madrid. La marioneta precisaba del dibujo, del modelado, de la utilización de herramientas, de los sencillos cálculos, de la música que acompañaba sus evoluciones, de la literatura y del teatro.
Argumentos de obras clásicas y piezas musicales
Los argumentos de las obras de títeres eran cuentos infantiles de escasa calidad literaria, generalmente inventados o adaptados por los propios titiriteros. Paco Peralta elige cuidadosamente piezas del romancero popular (La Condesita, 1957), piezas musicales (El retablo de Maese Pedro, Falla, 1960) u obras de escritores clásicos (Los melindres de Belisa, Lope de Vega, 1962; El clérigo ignorante, Berceo, 1969). Frente a los títeres que son perseguidos por ogros y brujas, Peralta muestra a los jóvenes el argumento de la alta cultura. Cuando elige cuentos infantiles busca textos de extraordinaria calidad literaria como Frederick de Leo Lionni, Si yo fuera mayor... de Éva. Janikovszky o La Cometa de Montserrat del Amo.
Construcción meticulosa y nuevas técnicas de manipulación
En la construcción de sus marionetas Peralta ha transmitido la pasión contenida, la perfección meditada y la resolución práctica. La perforación con una pequeña broca ha de hacerse en el punto exacto para que la marioneta haga el gesto preciso: "Yo no tengo conciencia de perfeccionista. Quiero que se vea claro lo que tienen que expresar los títeres en cada obra. Aunque no lo parezca no se trata de que sean perfectos sino que sean expresivos".
¿Cómo conseguir el movimiento que exprese el suspiro de una condesita o la alegría del reencuentro entre dos jóvenes amantes?
Peralta no se ha conformado con una sola técnica, la ha trascendido y ha inventado nuevas técnicas de manipulación que no existían.
Maestro y renovador del arte de los títeres
Ha impartido numerosos cursos a profesores, alumnos de escuelas artísticas y profesionales de la marioneta. Hay maestros que saben transmitir sus conocimientos y maestros que además enseñan a renovar. Paco Peralta reúne ambas cualidades. Sus enseñanzas motivaron la creación de nuevas compañías o el influjo estético en otras.
FRANCISCO PERALTA EN SEGOVIA
Que la obra de Francisco Peralta haya llegado hasta esta Puerta de Santiago no ha sido obra de la oportunidad, ni de la casualidad. Segovia tiene una larga tradición de enseñanzas artísticas desde que Espinosa de los Monteros creara una escuela de dibujo para elevar los conocimientos artísticos de los numerosos artesanos que vivían en la ciudad y sus contornos en el siglo XVIII. Esa tradición se mantiene hasta la creación de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos instalada en la Casa de los Picos en el curso 1977-78.
Precisamente en los agostos de 1977 y 1978 imparte Peralta unos cursos de construcción de títeres para maestros organizados por el ICE de la Universidad Autónoma de Madrid en el Colegio Universitario Domingo de Soto de Segovia. Será el puente para que durante cuatro cursos, de 1980 a 1984, imparta clases de Vaciado y Modelado en esa Escuela de Artes y Oficios. Las recias paredes de la Casa de los Picos son testigos de las sutiles enseñanzas de Paco aplicadas a la construcción de marionetas.
Con sus alumnos, en un taller experimental y con la colaboración del añorado grupo segoviano Hadit, surgirá la producción de una nueva versión del Clérigo Ignorante de Berceo que junto con el Romance de la Condesita participará en el I Festival Internacional de Zamora.
Sólo dejará la Escuela por los problemas de salud que a Peralta le ocasiona la voluntad de su corazón. En 1985 regresa con su compañía Peralta del Amo para participar en ese empeño que Julio Michel llevaba en la cabeza: Titirimundi, el mejor o, si se quiere, uno de los mejores festivales de títeres del mundo. Desde ese I Festival Internacional Paco y Matilde no faltarán casi ninguna edición, actuando en ocasiones o recorriendo emocionados plazas, patios y teatros en cada una de ellas.
Tanta es su emoción por una ciudad entregada a las marionetas que Paco va cultivando en su cabeza la idea de que sea Segovia el lugar donde se recoja su obra. Así lo expresa y tanto el Ayuntamiento como la Fundación del Patrimonio Artístico de Castilla y León acogen con decisión su generosa oferta, materializada hoy en este peculiar Museo.
FUENTE: http://titeres.turismodesegovia.com/
INFORMACIÓN DEL CACHÉ
Este geocaché es de tamaño pequeño-mediano, de fácil acceso y contiene lo siguiente: logbook, lápiz, instrucciones y objetos de intercambio (pegatinas y pulsera). Se recomienda discreción en la búsqueda.