El Puente de Miraflores fue el cuarto puente urbano que se construyó en Córdoba (España) sobre el río Guadalquivir, muy próximo al Puente Romano y la Mezquita Catedral. Consiste en una bandeja de acero corten que se apoya en una pila abarquillada y que conecta el parque de Miraflores, obra de Juan Cuenca, con el casco histórico de Córdoba.
Después de sufrir muchos avatares y polémicas ciudadanas, incluyendo el fallido proyecto de la Junta de Andalucía para construir un puente encargado al controvertido arquitecto Santiago Calatrava, su inauguración tuvo lugar el 2 de mayo de 2003 y permitió el inicio de la rehabilitación y posterior peatonalización del Puente Romano.
También ha sido víctima desde su inauguración de innumerables actos vandálicos como pintadas o rotura de luminarias y acerados.
El Caché
El emplazamiento elegido para esconder el caché aprovecha un discreto y bien protegido hueco en el pretil del puente que ya ha contenido otro caché desaparecido recientemente. El lugar permite un contenedor de discreto tamaño pero suficiente como para el intercambio de pequeños objetos. Se encuentra en el sitio más evidente y fácil una vez busquemos con la mano y se ruega dejarlo como está de manera que no se vea con simplemente asomarse al hueco.