La orografía de la zona permite disfrutar de un parque y barrio tranquilo, pero acercándose a este punto, puede verse y orise en todo su explendor la M-40 y su tráfico, con numerosas variantes y puentes cruzando a distintos niveles. Parece mentira como la altura que alcanza esta zona de campo-parque permite aislar el entorno de esta vía. Alejándose unos pocos metros parece que no existe carretera.