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Cuevas de Altamira Traditional Geocache

Hidden : 7/1/2018
Difficulty:
2 out of 5
Terrain:
1.5 out of 5

Size: Size:   micro (micro)

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Geocache Description:


El descubrimiento de Altamira



A la cueva de Altamira le corresponde el privilegio de ser el primer lugar en el mundo en el que se identificó la existencia del Arte Rupestre del Paleolítico superior. Altamira fue también un descubrimiento singular por la calidad, la magnífica conservación y la frescura de sus pigmentos. Su reconocimiento se postergó un cuarto de siglo, en una época en la que resultaba de difícil comprensión para una sociedad, la del siglo XIX, inmersa en rígidos postulados científicos.

La cavidad fue descubierta por un lugareño, Modesto Cubillas, hacia el año 1868. Acompañado por Cubillas, Marcelino Sanz de Sautuola visitó por primera vez la cueva en 1875 y reconoció algunas líneas que entonces no consideró obra humana.

En la Exposición Universal de París conoció de primera mano algunos objetos prehistóricos encontrados en cuevas del sur de Francia. Sautuola, que ya tenía una amplia formación en Ciencias Naturales y en Historia, regresó a España con una perspectiva renovada y decidido a emprender sus propios trabajos en las cuevas de Cantabria. Acompañado por su hija María volvió a Altamira en 1879. Será la niña la primera en ver las figuras en el techo de la cueva.

En 1880 Sautuola publicó el hallazgo en el folleto Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la Provincia de Santander, atribuyendo las pinturas a la prehistoria, al periodo paleolítico. A pesar de su lúcido análisis, sus contemporáneos, desde diferentes perspectivas intelectuales, evolucionistas, creacionistas o los incrédulos prehistoriadores del momento, acogieron con escepticismo su planteamiento.

Su valor no fue reconocido hasta el descubrimiento de arte rupestre paleolítico en otras cuevas de Europa, principalmente en Francia (Le Mouthe, Combarelles y Font de Gaume). En 1902, el prehistoriador francés Émile de Cartailhac publicó Les cavernes ornées de dessins. La grotte d'Altamira, Espagne. Mea Culpa d'un sceptique. A partir de este momento, la cueva de Altamira adquirió reconocimiento universal, convirtiéndose en un icono del arte rupestre paleolítico.

Geología


La cueva de Altamira se encuentra en el norte de España, en la región central de Cantabria, entre los límites de los términos municipales de Santillana del Mar y Reocín.

El paisaje es suave hacia el norte, formado por pequeñas sierras litorales, el tramo bajo del río Saja y la llanura litoral. Al sur hay fuertes relieves montañosos y al fondo los Picos de Europa. A pocos kilómetros se encuentran otras cuevas con ocupaciones humanas y arte rupestre del Paleolítico superior como La Clotilde, Las Brujas, Las Aguas, El Linar y Cualventi, entre otras.

La cueva de Altamira se sitúa a 158,5 metros sobre el nivel del mar, en la parte superior de un karst de origen Plioceno. Su estructura geológica está formada por estratos casi horizontales de calcarenitas de hasta un metro de espesor, separados por finas capas de arcillas. No obstante, apenas quedan señales de la circulación subterránea del agua, ya que su formación se debe a desplomes del techo y hundimientos gravitacionales del subsuelo. Los desprendimientos se producen en grandes bloques, que dejan estigmas planos, secciones trapezoidales y un suelo formado por caos de bloques desplomados. Uno de estos desprendimientos taponó su acceso hace unos 13.000 años sepultando una parte de la entrada, lugar donde se ubicaron los asentamientos habitacionales durante el Paleolítico.

Actualmente, Altamira tiene un recorrido casi lineal de 270 metros de longitud. En la zona de la entrada se localiza el yacimiento arqueológico y la sala de polícromos, ambos formando parte de una gran sala vestibular. A continuación, el desarrollo longitudinal de la cueva deja poco lugar para espacios amplios a excepción de la Gran Sala, la única que presenta magnitudes de cierta relevancia. Finaliza en una estrecha galería que, aunque de difícil acceso, contiene también pinturas y grabados como el resto de la cueva.



Cronología


El yacimiento arqueológico que se conserva en el vestíbulo de la cueva se estructura en 8 niveles arqueológicos (fechas Carbono 14 cal BP):

  • Los niveles más recientes (1-5) de la secuencia se corresponden con el periodo Magdaleniense; el análisis por Carbono 14 muestra aquí una antigüedad de entre 19.000 y 16.800 años.
  • Los dos niveles solutrenses (6-7) se encuentran comprendidos entre 24.000 y 20.500 antes del presente.
  • El nivel más antiguo encontrado (8) corresponde al final del Gravetiense y tiene una antigüedad de entre 26.400 y 26.000 años.

En Altamira, el periodo Magdaleniense es el mejor datado al haberse aplicado el Carbono 14 a algunas pinturas realizadas con carbón vegetal. Quedaban sin datar las figuras más antiguas por estar grabadas o bien pintadas con pigmento rojo. Su datación es más complicada al carecer de materia orgánica en su composición. Su edad puede deducirse por otros criterios, como los estilísticos al compararlas con objetos de edad conocida, y también en relación a las ocupaciones humanas de la cueva.

Actualmente también es posible aplicar un método basado en la serie del Uranio que ya se utilizaba desde hacía años en la datación de costras y formaciones calcáreas, y que permite además la reducción del tamaño de la muestra a solo algunos miligramos. Los resultados para la cueva de Altamira han sido particularmente interesantes para un signo pintado en rojo del centro de la Sala de Polícromos cuya fecha es de 35.600 años antes del presente. Esto lo sitúa en el Auriñaciense, periodo del que no se han encontrado restos en la excavación arqueológica realizada en la cueva.



El arte de Altamira


La cueva de Altamira es la máxima representación del espíritu creador del hombre. Presenta un arte en grado de excelencia. Las técnicas artísticas (dibujo, pintura, grabado), el tratamiento de la forma y el aprovechamiento del soporte, los grandes formatos y la tridimensionalidad, el naturalismo, la abstracción y el simbolismo, todo está ya en Altamira.

Bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos fueron pintados o grabados durante los milenios en los que la cueva de Altamira estuvo habitada, entre hace 36.000 y 13.000 años antes del presente. Estas representaciones se extienden por toda la cueva, a lo largo de más de 270 metros, aunque es en la Sala de Polícromos donde se concentran en mayor número.

Las representaciones más grandes son caballos y, bisontes de entre 125 y 170 cm de longitud, y una cierva, de más de dos metros. Primero se grabó el contorno y se dibujó a línea negra con carbón; luego se rellenaron con pintura roja o amarillenta. En algunos bisontes se marcó con pintura negra el cambio de coloración de su vientre o se utilizó el lápiz de carbón para detallar el pelo o la joroba. Además, el grabado se utilizó en ojos, cuernos, pelo del cuello, etc.



Conservación



Los desprendimientos rocosos están en la génesis de la morfología de la cueva de Altamira y también de su paulatino colapso. No obstante, el desprendimiento que se produjo hace 13.000 años, y que destruyó y taponó la entrada, permitió que el ambiente interno mantuviera una alta estabilidad climática, muy favorable para la conservación del arte rupestre.

Durante el siglo XX este cierto equilibrio cambió por efecto del intercambio de aire con el exterior y las consiguientes oscilaciones de temperatura y humedad a causa de las visitas de cientos de miles de personas. A esto se añadió la construcción de muros, caminos e instalaciones eléctricas para favorecer la visita. La desestabilización del microclima puso en peligro a la cueva, motivando su cierre al público en 1979. En 1982, tras un trabajo de investigación, se reabrió la cueva con un régimen restringido de 8.500 personas al año.

Entre 1997 y 2001 se adoptaron medidas preventivas para controlar los riesgos potenciales derivados de usos nocivos del suelo y de la contaminación ambiental. Se adquirieron terrenos en el área de influencia de la cueva, se suprimieron caminos rurales, instalaciones ganaderas cercanas y se desvió la carretera y el acceso al Museo. Con ello se evitó el aporte de materias contaminantes al interior de la cueva por la acción de las aguas de infiltración o por la atmósfera. Por criterios de conservación preventiva la cueva se cerró al público en 2002.

Entre 2012 y 2014 se desarrolló el Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso a la Cueva de Altamira, impulsado por la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), según lo acordado por el Patronato del Museo de Altamira. El objetivo fue determinar el impacto que la presencia humana tiene sobre la conservación de las pinturas, con el fin de decidir si es compatible su adecuada conservación con un régimen de visita a la cueva y elaborar un plan de conservación preventiva.

En marzo de 2015 el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira acordó un régimen de acceso controlado y limitado que se había iniciado en el marco del Programa de investigación. Se trata de un estricto régimen de acceso decinco personas a la semana.



La cueva de Altamira, Patrimonio Mundial.



La cueva de Altamira fue incluida en el año 1985 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, a petición del Gobierno de España. Altamira representa la realización artística única del genio humano y es testimonio excepcional de una civilización ya desaparecida. La inscripción de la cueva de Altamira en la Lista de Patrimonio Mundial significa que UNESCO considera que posee un Valor Universal Excepcional.

Como extensión de la declaración de 1985, en el año 2008 se añadieron otras 17 cuevas con arte rupestre del norte de España. El Bien aparece ahora inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial con la denominación La cueva de Altamira y el arte rupestre paleolítico del norte de España.

La inclusión obliga a los Estados titulares de los bienes que conforman la Lista a velar por la protección, conservación y revalorización del Patrimonio que gestionan, pues se trata de bienes considerados de interés para toda la humanidad.



El 25/09 de 2018, Google hizo un homenaje a las Cuevas de Altamira con este Doodle.




Llevad máquina de escribir. Por favor, sed discretos y colocad el cache conforme lo hayáis encontrado.
Gracias por vuestra visita. ¡Feliz Geocaching!

Un saludo del equipo Picarax.


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