¡Viva honrada la Guardia Civil!
Las coordenadas te han llevado a la Plaza de la República Dominicana y, más concretamente, a los pies del monumento levantado en memoria del salvaje atentado que se perpetró en ese mismo lugar el 14 de julio de 1986.
Aunque hayan pasado más de 30 años desde aquel luctuoso día, sirva este caché homenajear a los 12 miembros de la Guardia Civil que murieron asesinados ese día y en esa plaza.
Los asesinados tenían entre 19 y 24 años y fueron literalmente arrasados por el efecto de una furgoneta bomba que contenía más de 30 kilos de explosivo y otros tantos de metralla, un atentado en el que participaron Iñaki De Juana Chaos y Antonio Troitiño.
Fueron los años de plomo a los que ETA trató de someter a nuestra joven democracia, en los que con pocos meses de diferencia también se produjeron otros salvajes atentados como el de Hipercor (21 muertos), el del Cuartel de Vic (10 muertos) y el de la casa Cuartel de Zaragoza (11 muertos)
El año pasado se cumplió el 50 aniversario del primer asesinado de ETA, el Guardia Civil José Antonio Pardines, que murió en Villabona (Guipúzcoa), dando macabro comienzo a una sangrienta sucesión de muertes que acabó con 243 guardias civiles asesinados. Junto a los miembros de la Benemérita, como colectivo profesional más castigado por el terrorismo, esta lacra también persiguió a policías, militares, jueces, periodistas o políticos.
Recordemos su sacrificio y no les olvidemos nunca.
