….pero no todo ha sido un camino de rosas en la historia de los gatos. En la Edad Media nuestros mininos vivieron tiempos complicados. ¿El motivo? La gente creía que eran la reencarnación del demonio y pasaron de ser queridos a ser perseguidos como bestias. La simple posesión de uno servía para acusar a una persona de bruja o de ejercer la brujería. Esta «persecución» fue especialmente grave en Inglaterra, Alemania y Francia, lugares en los que el día de Todos los Santos se comenzaban los festejos quemando en la plaza pública cestos llenos de gatos vivos (locosssssss)… esta costumbre fue abolida por tortura allá por 1648.
Pero claro, toda grande “tontada” (o mala decisión) lleva asociado grandes «beneficiados», que en este caso fueron los ratones y las ratas de cloaca. Estos roedores - ante la ausencia de gatos - crecieron y se multiplicaron produciendo todo tipo de enfermedades y epidemias. Fue Napoleón (que aunque no le gustaban los gatos) se vio obligado a estimular la cría de estos felinos con el objetivo de acabar con la plaga de roedores.
Espero que sepan apreciar lo importante y valioso que son los gatos en nuestra sociedad. Este geocache se encuentra en una calle cortada del barrio de Ascao. Encontradlo sin miedo. Sed discretos y respetuosos. Llevad máquina de escribir.
Acabaré con una frase de Mark Twain «Si se pudiera cruzar al hombre con el gato, sería una gran mejoría para el hombre».