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LOS FLATIRONES ZARAGOZANOS
Cuando entre las habituales manzanas de viviendas en una ciudad se cruza una calle en diagonal, se suele crear un espacio en forma de cuña, y en este caso en bastantes ocasiones los arquitectos intenta emular el mítico y conocido flatiron neoyorkino, el rascacielos que dio solución a un solar triangular al que nadie se atrevía a meter mano hasta 1902 en que se acabó su construcción.
Los neoyorquinos prestaron un inmediato interés al edificio, apodándolo "the flatiron", debido al parecido del edificio con las planchas de la época.
En Zaragoza salvando las distancias tenemos alguno en “miniatura”, el último es el inaugurado recientemente en la confluencia de las calles Carmen y Cortes de Aragón.
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