El área recreativa en sí, forma parte de este extraordinario parque. Consta de 4 mesas situadas en una campa semirodeada por una tapia de piedra. El parque disfruta de alumbrado público y un impresionante arbolado. Su nombre se debe a que en este lugar brotan varios manantiales de agua cristalina que forman un río que discurre en dirección al Ebro, en el que desemboca a poca distancia.
El fondo del cauce se encuentra pavimentado de cantos de río y se puede bajar hasta las transparentes aguas por varias escaleras de piedra, que en su momento sirvieron para que los vecinos pudieran coger el agua para el uso en las viviendas de los alrededores.
Posee una espectacular bolera con gradas de piedra al aire libre, donde se practica el juego autóctono de Bolo Palma, muy querido por los habitantes de Cantabria