Lunes, 6 de abril de 2020. Málaga
Querida Chelo,
Con escasas fuerzas escribo en el folio que desde hace días le pido a las médicos me proporcionen. Me he inventado que tenía que hacer mi testamento vital y se han dado una inexplicable celeridad en darme lo que pedía.
Parece que el dinero es más importante que los sentimientos incluso en estos momentos en que la vida se nos escapa de las manos. Cada día me cuesta más respirar, pese al esfuerzo, y en esta plnata están los pacientes más afectados. Un chico que entró a la vez que yo fue ayer inducido al coma.
Quizá no debí empezar a fmar con quince años. Quizá estaría ahora mejorando. Quizá no te hubiese pedido fuego aquella tarde en la Alameda. Quizá no estaría ahora escribiendo esta carta.
Lo cierto es que conocerte fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Me siento afortunado. Se que no te gustan los romanticismos de película o fliparnos con los sentimientos, pero sabemos que esto es muy real; de esas veces en las que la realidad supera a la ficción. Y te amo, te amo mil. Te admiro y sé que nunca estarás sola, que hay muchísima gente que te quiere y te quieren bien. Que vales más de lo que crees y que tienes un futuro prometedor. Además, confío en que mi gente y mi mundo estará bien en tus manos y que guardamos fuertes conversaciones ab imo pectore en epístolas y blogs que responden a nuestras preguntas más profundas.
Me siento muy bien; otros no pueden despedirse de sus seres queridos. Es terrible. Pero yo sí.
Bésales de mi parte. No pido más.
P.D. Soñaré contigo y cuando te vea sonreiré; como siempre.
Fdo: Dani