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BONUS LAB Los Viveros Mystery Cache

This cache is temporarily unavailable.

titanvcia: Parece que ha desaparecido.

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Hidden : 1/1/2021
Difficulty:
1.5 out of 5
Terrain:
1.5 out of 5

Size: Size:   small (small)

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Geocache Description:


BONUS LAB "LOS VIVEROS"

 

 

Mientras hacíais el LAB habéis paseado por Viveros y os he ido contando un poquito de su historia. Pero, personalmente, son las vivencias en estos jardines, durante toda mi vida, las que hacen que quiera a este jardín tanto y lo considere mi jardín, el que siempre ha estado ahí viéndome crecer y ofreciéndome momentos de felicidad. Permitidme que os los cuente.

Ya de niño era donde mis padres me traían. Me encantaba jugar en el parque de tráfico, el "scaléxtric" le llamaba. Subía y bajaba mil veces por las calles elevadas, como si fuera en coche o moto. En uno de los pasos inferiores había unas tuberías de unos 12 metros de largo que atravesaban por debajo el paso elevado, paralelas al túnel. En ellas cabíamos los niños y era toda una aventura atreverse a pasar por ahí. Si te fijas aún están, pero selladas. Estaba lleno de columpios. Pero no como los de ahora, no. De los de hacerte daño al menor descuido. Pero igual de rápido te hacías daño que se te pasaba. Había también una locomotora, donde los niños (y mayores) nos subíamos y trepábamos por toda ella. Hasta nos metíamos donde se echaba el carbón. Lástima que en el 2016 se la llevaron a Puerto de Sagunto.

En la explanada, junto a la Alquería de Canet, corría detrás de las palomas con los brazos extendidos, aunque ya se sabe que nunca se llega a coger ninguna. Si conseguía que mis padres o abuelos me compraran una bolsita de comida para ellas me convertía por unos momentos en el flautista de Hamelin de las aves y de los demás niños. Todas alrededor. Todas adonde yo me desplazaba.

Cuando teníamos algo más de tiempo, o más bien cuando a los adultos con los que iba les apetecía pasear, nos acercábamos al estanque, para ver a los patos y cisnes y tirarles pan.

Y en alguna ocasión, contadas, entramos al restaurante que había en el ahora Museo de Ciencias.

En Viveros había un zoológico. De pequeño, en algún domingo especial, íbamos al zoo. Loros, reptiles, hipopótamos, aves, ... Pero el mayor atractivo era Tarzán, el chimpancé. Su público era tan numeroso que no resultaba fácil mirarlo desde primera línea, debiendo conformarte con verlo entre los huecos dejados por los adultos. Sus demostraciones de simpatía e inteligencia a veces se mezclaban con alguna demostración de mal genio y el público retrocedía, tras lo cual Tarzán parecía pasárselo muy bien e incluso sonreír. Estaba prohibido darle de comer, pese a lo cual darle un caramelo era todo un espectáculo al observar como lo desenvolvía con todo el cuidado del mundo.

Al dejar de ser niño pasé de ver el zoo con ilusión a verlo con tristeza y vergüenza.

Fui muy feliz en Viveros en mi niñez.

En la adolescencia en ocasiones los jardines fueron punto de encuentro con los amigos. Y cuando por la tarde-noche íbamos a la discoteca Distrito 10, al principio de Blasco Ibáñez, al acabar la sesión y volver hacia casa andando, para no tener que rodear todo Viveros, ya cerrado, nos aventurábamos a saltar la valla y atravesarlo. Según el grado de ingesta previo costaba más o menos subir. En cambio bajar era inversamente proporcional. E incluso alguna vez me quedé en algún banco a dormir la mona alguna horita antes de llegar a casa.

Crecí y pasé a estudiar COU en un instituto muy cercano, el Benlliure. Venía de un colegio de curas donde nos tenían muy controlados, y en el instituto no pasaban ni lista. ¡Además de ser mixto! Así que Viveros se convirtió, junto a unos recreativos, en la sede oficial de las peladas (pellas). Nos reuníamos allí varios compañeros y compañeras, siempre acompañados de unas litronas del horno de la esquina... y así me fue el curso. Pero de nada de ello me arrepiento porque de esa manera encontré a mi media naranja.

Durante nuestro noviazgo Los Viveros fueron escenario de multitud de fotos. Al igual que en algunos permisos de la mili, junto a los amigos, todos vestidos "de romano".

Cuando llegó nuestra niñita ¿adónde creéis que íbamos a celebrar sus cumpleaños? Eso es. Exactamente al kiosco que hay junto a la Rosaleda. Piñatas, multitud de amiguitos, padres, juegos, tartas... Se lo pasaba en grande.

Hasta Los Viveros fueron el lugar perfecto para grabar el vídeo de invitación a nuestras bodas de plata.

Y ha tenido que ser ahora, al hacerme geocacher y preparar el LAB, cuando por fin he conocido algo de la historia de estos jardines tan importantes en mi vida. Seguiré disfrutándolos siempre.

 

SOBRE EL CACHÉ:

El caché no se encuentra en las coordenadas listadas.

Para obtener las coordenadas del caché deberás haber completado antes el Adventure Lab "LOS VIVEROS"  https://adventurelab.page.link/8SQD.

Al completar cada una de las cinco ubicaciones de dicho LAB se te mostrará una palabra clave. Cuando las tengas usa el siguiente certitude para obtener las coordenadas finales del caché. Pon las cinco palabras por orden alfabético. Todo seguido, sin espacios.

Si no te tomaste nota de las palabras, las verás entrando al LAB en el apartado "Ver 5 entradas en el Diario".

EL caché sólo contiene el logbook, por lo que tendrás que llevar máquina de escribir.

 


Puedes validar la solución a tu puzzle con certitude.

 

Additional Hints (No hints available.)