Joan Clapés Corbera nació en Sant Andreu de Palomar en 1872, en pleno apogeo de la Renaixença catalana. Fue este contexto cultural el que le hizo tener una gran estima hacia Catalunya y sobretodo hacia su pueblo. Fue también la efervescencia del momento la que despertó sus inquietudes por la historia.
Un hombre inquieto
Mossèn Clapés no solo entregó su vida a la religión sino que también se dedicó a descubrir y transmitir el pasado de su localidad. Ya de joven se adentró en el mundo de las letras participando en los Jocs Florals. En 1900 publicó su primer libro, Sant Andreu de Palomar.
Sin embargo, su principal obra son los nueve volúmenes de Fulles històriques de Sant Andreu de Palomar, con mucha información sobre la localidad: su historia, sus habitantes, la anexión a la ciudad...
Pero Mossèn Clapés era un hombre inquieto, y además de dedicarse a sus tareas, fue profesor en la calle de Santa Marta y también el conservador del museo-archivo de la Parròquia de Sant Andreu de Palomar, destruido en la Semana Trágica de 1909.
Tal fue su aportación que en 1965 se bautizó con su nombre una plaza del barrio. Clapés murió en 1939 sumido en la tristeza de ver la Catalunya que tanto quería destrozada por la guerra. Pero su recuerdo permanece en este rincón de la ciudad. El lugar que Mossèn Clapés siempre llevó en el corazón es hoy una plaza con columpios que ve crecer y divertirse a los niños del barrio.