Todas las ciudades, grandes o pequeñas, guardan un secreto que no quieren que sus habitantes vean.
Valladolid, como cualquier otra ciudad, se ha encargado bien de esconder sus vergüenzas en un "agujero" excavado entre dos cerros. Éste es uno de los pocos lugares desde donde puedes contemplar la realidad y el precio que le cuesta a nuestro planeta la sociedad actual.
De frente a ti tienes la planta de procesamiento de residuos, y al fondo literalmente hay una gran montaña de basura y plásticos que mes a mes crece sin parar. Sorprende ver los días de viento decenas de bolsas de plástico surcando los cielos de este valle dando vueltas en círculos sin rumbo fijo...
Tampoco necesitas forzar la vista para ver la montaña de basura a lo lejos, ya que aunque no te lo creas te encuentras sobre una... Bajo el suelo que pisas se ocultan toneladas de basura de un antiguo vertedero que, aunque clausurado desde hace años, algún desaprensivo sigue utilizando para arrojar escombros, neumáticos y demás a día de hoy.
El caché como tal no tiene grandes pretensiones, pero espero que mostrar éste lugar ayude a que todos nos concienciemos de que hay que intentar generar la menor cantidad de residuos posibles en nuestra vida diaria y que es necesario reciclar convenientemente y reducir el uso innecesario de plástico en nuestro día a día.
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