Le podríamos haber lamado"Castelao el descarao" porque cualquier buen buscador se dará cuenta que hay algo tan evidente, tan descarado que esperamos que dure (si, somos ingenuos). Y entonces, el buscador, con gran disimulo (haciendo que toma una foto de la M30 con el Pirulí al fondo) echará mano al tesoro y en el cercano parque de Breogán, donde hay un monolito a Castelao (foto), podrá sentarse tranquilamente en un banco y con ayuda de unas buenas uñas, de una llave o de una moneda, abrir el contendeor, plasmar su firma, devolverlo a su sitio (con mejorado disimulo) y continuar su camino.