Las Aceñas de Olivares
Las Aceñas de Olivares son un grupo de edificaciones tipo molino, ubicadas sobre el cauce del río Duero, a su paso por Zamora. Constituyen uno de los cinco conjuntos de aceñas que todavía subsisten en la ciudad, si bien todos ya fuera de uso productivo desde comienzos del siglo XX, junto con las de Pinilla, Gijón y Los Pisones. Han sido rehabilitadas y consolidadas para instalar en ellas el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua.

Las aceñas fueron la primera industria de la ciudad en el siglo X. La palabra aceña proviene del árabe “as-saniya” que significaba “la que eleva” para hacer referencia a las ruedas vitruvianas que elevaban el agua del río y que ponían en funcionamiento a estos molinos harineros de agua. Estos ingenios aprovechaban la fuerza del río para mover las “muelas” de piedra y convertir el grano en harina.
Durante la Edad Media era muy habitual la existencia de numerosas aceñas ubicadas en las riberas de los ríos zamoranos, aprovechando la fuerza motriz de las corrientes. Su edificación era un problema arquitectónico poco evidente con la tecnología constructiva de la época. En aquel tiempo su posesión suponía una relación de poder con respecto a su comunidad. La documentación existente sobre la descripción de estos ingenios mecánicos asigna la denominación “aceña” a los mecanismos que funcionan en ríos con gran caudal, mientras que se reservaba la denominación “molino” a aquellas ubicaciones en cauces de menor caudal.
Las Aceñas de Olivares toman su nombre del lugar de su construcción, el antiguo Arrabal de Olivares. La primera referencia escrita que se tiene de ellas es del año 986 y alcanzaron su máximo apogeo en el siglo XIII. Entre los siglos X y XII pasaron a ser propiedad de la Iglesia y así se mantuvieron hasta la desamortización de Mendizábal. A lo largo del tiempo han sufrido varias reconstrucciones, hasta que en el siglo XIX, perdieron su uso molinero. Después de una rigurosa y muy minuciosa reconstrucción fueron inauguradas en julio de 2.008 para su uso como Museo.
Catedral de Zamorana

Contexto Histórico
Durante la construcción de la Catedral de Zamora tienen lugar los reinados de Alfonso VII de León llamado “El emperador” (1.126-1.157) y Fernando II de León (1.157-1.188).
El rey Alfonso III, el Magno, fundó la Sede Episcopal Zamorana que los historiadores modernos datan en el año 901 y señalan, según documentos encontrados, que su primer obispo fue San Atilano. Podemos distinguir una primera etapa de la Sede Zamorana que quedó interrumpida por las devastaciones musulmanas, en este caso Almanzor, quien arrasó a Zamora en el año 988.
Se puede considerar la plena restauración de la Sede Zamorana cuando Alfonso VII a través de su tío, el Papa Calixto II, consiguió la emisión de una Bula en el año 1.120, en la cual se reconoce la Sede de Zamora como sufragánea de la archidiócesis de Toledo. El primer obispo de esta Sede después de la restauración fue Bernardo, que murió el año 1.149. Alfonso VII estimó que la capacidad del lugar para dar culto a Dios se quedaba corta y decidió ampliar dimensione s; para ello, el año 1.135 cedió, en donación hecha al obispo Bernardo, unos terrenos colindantes. El obispo Esteban sucedió a Bernardo quien ya inicia la construcción de la catedral aunque no se ha descartado que Bernardo realizara obras de preparación.Así pues su desarrollo se produce a lo largo de veintitrés años, según el epitafio del obispo Guillermo, tercero después de la restauración, que refleja la consagración de la catedral el 15 de septiembre del año 1.174.
Análisis formal
La catedral se estructura en planta de cruz latina. Consta de tres naves con cuatro tramos cada una. Las dos laterales están cubiertas con bóvedas de aristas, recurso técnico utilizado en el Románico para cubrir los espacios, aportando seguridad pero sin permitir ganar mayor altura, mostrando paramentos sobrios y austeros, y capiteles sin ornamentación según la Orden de Císter. La nave central se cubre con bóveda de crucería mientras que el transepto con bóveda de cañón apuntado. Los tres ábsides originales se sustituyeron en el siglo XV por los actuales góticos.

El crucero se cubre con una doble cúpula: Su interior es semicircular gallonada, de dieciséis plementos y en su exterior es apuntada. La cubierta exterior se decora con lajas de piedra con forma de escamas de pez. La cúpula se apea sobre un tambor calado por dieciséis ventanas que originariamente estaban cerradas por vidrieras. Sus extremos se levantan cuatro torrecillas circulares rematados con apuntadas cupulillas culminadas por escamas al igual que la cúpula grande. Entre ellas se sitúan cuatro frontones triangulares con arquerías ciegas de similares características que las torrecillas y que se corresponden con los cuatro puntos cardinales. Entre la cúpula y el tambor recorre el perímetro una imposta decorada con arquería ciega.
La Torre campanario de 45 metros de altura fue edificada en el ángulo noroccidental durante el siglo XIII, en su origen era un auténtico baluarte defensivo, debido al lugar estratégico de la ciudad situada en la vía romana de Mérida a Astorga. Desde el exterior, debido a la división por líneas de impostas apreciamos cinco cuerpos pero en su interior solo dispone de tres. Los dos pisos inferiores hacen de base y soportan el peso de la torre. La planta baja está ocupada por la capilla de Santa Inés, el primer cuerpo es macizo y no dispone de vanos, el segundo cuerpo tampoco dispone de vanos, es una sala dividida en dos alturas por un suelo de madera, el piso superior fue cubierta con bóveda de cañón apuntada. Desde esta sala se accede al tercer cuerpo a través de una escalera de caracol, el cual se estructura en dos niveles separados por un entramado de madera que la convierten en una gran sala de campanas de tres alturas: La primera altura con un solo vano para cada frente de la torre, en la segunda altura dos son los vanos por frente y en la tercera, tres vanos abiertos en cada uno de sus frentes.

La portada dispone de un gran arco de medio punto flanqueado por dos pares de semicolumnas de estilo corintio que sostienen un entablamento rematado en un frontón triangular con cuatro pináculos decorativos piramidales. En el centro del frontón un relieve del Salvador procedente de la antigua portada perdida. Le sigue un pequeño atrio cubierto justo antes de entrar en la iglesia.
El claustro original fue destruido por un incendio el 23 de junio de 1.591 durante una procesión claustral en dicha víspera por San Juan. El actual es clasicista del siglo XVI, fue trazado por Juan de Ribero Rada (1.592) y construido por Juan y García de la Vega y Juan y Hernando de Nates (1.603).
La portada dispone de un gran arco de medio punto flanqueado por dos pares de semicolumnas de estilo corintio que sostienen un entablamento rematado en un frontón triangular con cuatro pináculos decorativos piramidales. En el centro del frontón un relieve del Salvador procedente de la antigua portada perdida. Le sigue un pequeño atrio cubierto justo antes de entrar en la iglesia.
El claustro original fue destruido por un incendio el 23 de junio de 1.591 durante una procesión claustral en dicha víspera por San Juan. El actual es clasicista del siglo XVI, fue trazado por Juan de Ribero Rada (1.592) y construido por Juan y García de la Vega y Juan y Hernando de Nates (1.603).
El cimborrio
El cimborrio, de planta circular, se apoya en las cuatro columnas centrales del crucero utilizando el sistema de transición a través de cuatro pechinas sin ningún tipo de ornamentación, mostrando sobriedad y austeridad. Acerca de la cúpula nos habla un poema de Jesús Hilario Tundidor: “Rumor de tiempo y mar, de trigo amigo, el Duero al fondo del amor te acosa y te corteja. Silenciosa rosa, callada rosa, en el azul testigo. Digo rumor de tiempo, escribo, digo alto y bello desdén. Ah, prodigiosa piedra bordada, eternidad dichosa, guirnalda fiel que condecora el trigo. Un hondo amparo de color belleza orna y comba tu altura en movimiento, jirón de luz, purísima tristeza, para en hilos de sol ser la costura, miriñaque del órgano y del viento, del pensamiento de la arquitectura”.

El pez y el anillo de San Atilano
La leyenda cuenta que el joven Atilano no se consideraba digno de ser obispo de Zamora, por lo que decidió peregrinar hacia Tierra Santa. Al salir de la ciudad, se detuvo en el antiguo puente romano, del que hoy solo quedan algunos restos, y “desde él arrojó su anillo episcopal al río Duero, confiándose a la providencia divina: ‘Si algún día vuelvo a encontrar este anillo asumiré la misión que se me ha encomendado’”, dijo.

“No sabemos hasta dónde llegó con su andar peregrino, pero sí sabemos que, cuando cansado del camino, regresó de nuevo a la ciudad, quiso hacer un descanso antes de entrar en ella y almorzar para reponer sus fuerzas. Se detuvo a las afueras, en una vieja posada construida cerca de la iglesia del Sepulcro. Allí pidió un pescado para cenar, en cuyo interior encontró el anillo episcopal que antaño había arrojado al Duero”. “Al ponerse de nuevo el anillo las campanas de la ciudad voltearon y repicaron por sí solas y las vestiduras polvorientas del peregrino se transformaron milagrosamente en vestiduras episcopales. Con esta ropa y con el pez en la mano es como suele representase a este primer obispo de Zamora”.
Una escultura alegórica permanece expuesta en la margen izquierda del río Duero. La obra, de más de tres metros de altura, evoca la leyenda del anillo de San Atilano. El autor es Gregorio Fagúndez, artista de forja que la ha realizado en buena parte con las vallas retiradas del pretil del Puente de Hierro durante los últimos trabajos de restauración.
Validación del Virtual
A) Para poder registrar este virtual será necesario tomar una foto como la que se ve a continuación. En ella se deben distinguir los 3 puntos señalados:
1. Aceñas de Gijón
2. Cimborrio de la Catedral
3. Al menos una parte de la escultura El pez y el anillo de San Atilano
B) Identificación del equipo que vaya a registrar el Virtual
SI NO SE CUMPLEN AMBAS CONDICIONES EL REGISTRO SERÁ ELIMINADO SIN AVISO PREVIO

Logging of the Virtual Cache
A) In order to register this virtual cache you will have to take a photo like the one. In this photo, these three main spots must be distinguished:
-
Water Mills of Gijón (Aceñas de Gijón)
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The dome of the Cathedral (Cimborrio de la Catedral)
-
At least a part of the sculpture “El pez y el anillo de San Atilano” (The fish and the ring of Saint Atilano)
B) Identification of the team who is going to register this Virtual cache
BOTH A AND B ARE REQUIRED FOR THE LOGGING OF THE VIRTUAL CACHE, OTHERWISE IT WILL BE DELETED WITHOUT PREVIOUS NOTICE.
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Virtual Rewards 3.0 - 2022-2023
This Virtual Cache is part of a limited release of Virtuals created between March 1, 2022 and March 1, 2023. Only 4,000 cache owners were given the opportunity to hide a Virtual Cache. Learn more about Virtual Rewards 3.0 on the Geocaching Blog.