Desde el Mirador de Os Picotos (Canduas, Cabana) cualquiera podrá deleitarse con unas vistas impresionantes: el estuario del río Anllóns; el Monte Branco de Cospindo, en Ponteceso, la parroquia de Pondal; A Barra, una lengua de arena que crece o mengua con las mareas. Y más: Corme, la desembocadura del Anllóns, las tierras de Borneiro y Zas (hacia el lado opuesto).
Tanto privilegio óptico movió a unos vecinos a colocar un discreto y coqueto banco de madera en lo más alto de este punto que los vecinos denominan Os Picotiños, diminutivo de Os Picotos que le dan ese toque léxico de humildad tan apropiado para este emplazamiento.
Este asiento de madera es la recompensa tras una moderada subida por el monte. Una vista privilegiada aguarda al final del itinerario.
Ya van con el segundo banco y es que el primero apenas duró veinte días antes de que alguien se lo llevase, una acción condenada por vecinos, internautas y por el Concello, que pidió «responsabilidade» para que algo «tan desagradable» no volviese a ocurrir.
Junto a él, puede leerse ahora un cartel más que revelador: «Feito pola asociación de Sinde. É o que hai, xa ves. Non o rompas, non o roubes. É un ben de todos. É bo para Cabana de Bergantiños».
A día de hoy está instalado el tercer banco, ¿A la tercera irá la vencida?
Confiamos en que esté y sino.... piedras para que os quiero. Disfrutad del lugar.