Robledo de Corpes nos evoca de inmediato el romance de El Cid y la afrenta que sufrieron sus hijas. Desde Robledo de Corpes los amantes de la leyenda cidiana pueden acercarse hasta la zona, y en cuyos alrededores se haya una fuente que tradicionalmente se ha señalado como el paraje en que tuvo lugar la Afrenta de Corpes. Este es uno de los episodios sin raíz histórica más conocidos, y escabrosos, del Cantar. El Cantar de Mío Cid dice que fue en aquella localidad alcarreña donde los Infantes de Carrión, Diego y Fernando, yernos de El Cid, durante su marcha a sus señoríos, cerca de Burgos, ordenaron a todo el séquito a que se adelantase, quedándose a solas con sus esposas, a las que desnudaron, ataron a un árbol y azotaron hasta dejarlas por muertas.
Según el Cantar, el suceso aconteció en el Robledal de la Lanzada. Aunque geográficamente resulta inverosímil que el pasaje tuviera lugar en este punto de la ruta, sí es cierto que estas tierras y su robledal permitiría rememorar sin dificultad los versos del poema.
La Afrenta de Corpes es un episodio con historia que hay que conocer si se visita Robledo de Corpes.
Prueba el agua de la fuente, está siempre fresca y es totalmente potable. Nace de forma natural de un manantial que se encuentra unos metros más arriba.