CASTILLO DE LA ORDEN DE CALATRAVA O CASTILLO DE BEJÍS

Situado en el término municipal de Bejis en la comarca del Alto Palancia, en la provincia de Castellón, a unos 800 metros de altitud, lo que le proporcionaba un enclave estratégico en el camino que unía Valencia y Aragón, pasando por Liria. Su emplazamiento era muy idóneo, ya que contaba con defensas naturales en gran parte del recinto, al encontrarse rodeado de precipicios y de permitir el control del agua de la zona, ya que los ríos Palancia y Canales pasan a poca distancia del mismo (el Palancia mirando hacia el norte y los Canales hacia el Oeste). Para acceder al Castillo se puede aparcar el coche por las inmediaciones de la C/ Virgen de Loreto o Plaza del Ayuntamiento y acceder caminando desde este punto hacia la zona alta del pueblo. Hay indicaciones con flechas que dirigen al Castillo.

Se han encontrado restos cerámicos íberos y romanos en la zona del castillo, lo que atestiguaría la existencia de asentamiento humano en el lugar desde muy antiguo. También se encontraron monedas romanas de la época Imperial, quizás por ello, habitualmente se le ha atribuido un origen romano, sufriendo sucesivas modificaciones a lo largo de su historia y conforme era conquistado por musulmanes y cristianos y utilizado para sus respectivas necesidades belicas.

El castillo fue conquistado por los musulmanes en 1227-1228 y reconquistado por las tropas cristianas del rey Jaime I de Aragón en 1228, y cedido por éste a la Orden de Calatrava. Durante la edad media se debió de ser poco utilizado para confrontaciones bélicas.

Posteriormente en época de Carlos I de España pasó a la Corona y en tiempos de Isabel II de España, y con el título de Encomienda, perteneció al infante D. Francisco de Paula. En el siglo XVI fue objeto de numerosas reconstrucciones y reformas, así como de trabajos de refortificación. En siglos venideros fueron escenarios de conflictos bélicos como la Guerra de Sucesión, momento en el que el castillo albergó un importante contingente militar. Durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840) los partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón se hicieron fuertes en el castillo, siendo derrotados por las tropas isabelinas el 22 de mayo de 1840 después de cruentos combates que volverían a repetirse un siglo después durante la Guerra Civil Española.

Se trata de un castillo de tipo montano, con planta irregular adaptada a la topografía del lugar y consta del cuerpo principal y un extenso albacar dividido en dos sectores que en parte lo circundan y defienden. La torre del homenaje se alzaba en el centro del recinto y era utilizada como fortaleza interior así como residencia del alcaide.

En la actualidad sólo se conservan aljibes y restos de muralla, pudiéndose ver cámaras huecas por debajo de las ruinas.

(Texto adaptado de Wikipedia)